lunes, 23 de febrero de 2009
jueves, 19 de febrero de 2009
miércoles, 18 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
Impresionante atardecer
El Partido de Conciliación Nacional anunció este miércoles que no competirá el 15 de marzo. El candidato presidencial, Tomás Chévez, dijo que la dirección pecenista es “lo peorcito” que ha conocido. “Me recontrarreteequivoqué”, dijo.
Por Daniel Valencia, Edith Portillo / Fotos: Mauro Arias
Mireya Monterrosa, la hija del desaparecido coronel Domingo Monterrosa -y ex candidata a la alcaldía de Santa Tecla por el PCN- se acercó a Tomas Chévez y le dio una palmada en el hombro. “Tranquilo, viejo”, le dijo, mientras el todavía candidato se apretaba las manos antes de iniciar la conferencia. Estaba nervioso.
Minutos antes, Chévez se había reunido -en el mismo salón en donde estaba apunto de dar la conferencia- con el principal promotor de su candidatura, el diputado Orlando Arévalo. A juzgar por el nerviosismo de Chévez y por la negativa de Arévalo a dar declaraciones (“pregúntenle a Tomás”, alcanzó a responder mientras enrumbaba a la salida de la casa de campaña), la mañana de este miércoles la plática no había sido agradable.
Arévalo se reunió a solas con Chévez para decirle que había noticias de parte de la dirección del partido. “La cúpula quiere darle un mensaje”, fueron las palabras de Arévalo, según reveló más tarde el candidato. Mientras esto sucedía, afuera del salón, el candidato a la vicepresidencia, el ex jefe policial Rafael González Garciaguirre, respondía a los periodistas que la fórmula “seguía firme” y luego desapareció.
Por eso a Chévez le temblaban las manos: el hombre que se sentaría a su lado para apoyarlo no se asomaba por ningún lado. González Garciaguirre, que también lucía tenso e incómodo, había ido al baño antes de ingresar al salón. A Chévez, sentado, solo, en el centro de la mesa, la presencia de las cámaras parecían intimidarlo. “¡Llamen a Rafael! ¿Dónde está Rafael? No podemos empezar sin él”, demandaba a sus colaboradores, que le respondían con un poco útil “ya viene”.
Hasta que González Garciaguirre se sentó junto a él, Chévez inició su discurso. Pero las manos le seguían temblando y él intentaba controlarlas apretándoselas. “Los hemos llamado porque se sigue manifestando el interés y la opinión de que la fórmula presidencial del PCN desista”, dijo el candidato.
El día anterior, martes 3, los dirigentes Francisco Merino, Hernán Contreras, Rafael Machuca, Elizardo González Lovo y Carlos Remberto González habían dicho que la fórmula presidencial ya no tenía sentido por la falta de recursos; porque sin recursos no se puede hacer campaña ni trabajo logístico en las elecciones presidenciales. Merino, Contreras y Remberto González incluso atacaron a Chévez diciendo que él, lejos de ayudar al partido –como se había acordado- en las elecciones municipales y legislativas, no hizo nada en términos económicos ni de votos. El martes, la cúpula del PCN se había reunido sin Tomás Chévez y acordó despedir públicamente a la fórmula, ir al Tribunal Supremo Electoral y tramitar la desinscripción de los postulados, apenas un día después de que el Partido Demócrata Cristiano anunciara su retiro de la lucha por la presidencia.
Chévez y sus allegados, que desde el lunes fueron informados de la intención de retirarlos, también movieron sus cartas, en un intento desesperado por sobrevivir y llegar hasta el 15 de marzo, como habían subrayado el martes en rueda de prensa. Ese día en conferencia de prensa reiteraron que seguían en la contienda e hicieron un llamado a la calma, que el dinero se conseguiría. Por la noche del martes, sin embargo, luego de la reunión de la tarde, la cúpula terminó de firmar el fin de Chévez: “A las 8 de la noche ya era una decisión tomada. La fórmula no sigue porque no hay plata. Lo hemos conversado entre algunos dirigentes y (el secretario general) Ciro Cruz Zepeda está al tanto de todo. Él está de acuerdo”, dijo el miércoles por la mañana Remberto González, minutos antes de la segunda conferencia de Chévez en menos de 24 horas.
Y como el candidato insistía en que no podían retirarlo, en el partido comenzaban a pronunciarse peyorativamente de él. “Está loco. Ya está afuera. A ver con qué va a salir en esa conferencia”, alcanzó a decir otro dirigente del partido, que pidió el anonimato.
El despido
Este miércoles, por la noche, el secretario General del PCN, Zepeda, despidió públicamente a Tomás Chévez. Abordado por diversos medios de comunicación en la Asamblea Legislativa, Zepeda puso punto final al debate interno. “Lo que impera es la decisión del partido y yo soy el representante legal, judicial y extrajudicial del PCN; y por tanto, el PCN tiene la facultad para retirar la fórmula presidencial.”
Zepeda agregó que a Tomás Chévez no lo había nombrado el pueblo -como él dijo por la mañana- sino que fue escogido por el partido político y que insistir en competir en la presidencial “es algo como tozudo”.
Con esas palabras se sentenció públicamente que el 15 de marzo los salvadoreños acudirán a las urnas a votar solo por dos propuestas: Rodrigo Ávila, de Arena, y Mauricio Funes, del FMLN.
Según la mayoría de dirigentes consultados por El Faro, la decisión de dejar huérfano a Tomás Chévez ya había sido tomada desde el lunes pasado, día en que se reunieron con el candidato para expresarle que plata no había para sostener el último acelerón de la campaña. El PCN, sin embargo, le dio a su fórmula unas horas de espera, un plazo para que comprobara que podía reunir los fondos necesarios para seguir adelante.
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