lunes, 30 de noviembre de 2015

"Debemos continuar la obra de limpieza", afirma el Papa en el vuelo de regreso a Roma


El Papa Francisco, en el vuelo de regreso

Francisco: "Fue un error el nombramiento de Balda y Chaouqui. Los periodistas hacen bien denunciando la corrupción"


"Hay que combatir el fundamentalismo religioso; no es religioso, ofende a Dios, es idólatra"

Redacción, 30 de noviembre de 201
«Si la humanidad no cambia seguirán las miserias, las tragedias, las guerras, los niños que mueren de hambre, la injusticia». Sobre el caso ‘vatileaks': «fue un error el nombramiento de Vallejo y de la Chaouqui. Hacen bien los periodistas denunciando la corrupción. ¡Agradezco a Dios que ya no esté Lucrecia Borgia!Debemos continuar con los cardenales la obra de limpieza». El reconocimiento a la obra de Ratzinger. El fundamentalismo «existe en todas las religiones, pero no es religioso, es idólatra». Lo cuenta Andrea Tornielli en Vatican Insider.

El mundo está al borde del suicidio, si no cambia decididamente la dirección para afrontar los problemas relacionados con el cambio climático relacionados con el actual modelo de desarrollo. Lo dijo Papa Francisco dialogando con los periodistas durante el vuelo que lo llevó de Bangui a Roma. El Papa respondió también a un par de preguntas sobre Vatileaks: «fue un error el nombramiento de Vallejo Balda y de la Chaouqui en la comisión Cosea», y añadió un significativo reconocimiento a la obra que comenzó Ratzinger.


En Kenya se reunió con las familias pobres de Kangemi y escuchó sus historias de exclusión de los derechos fundamentales como la falta de acceso al agua potable. ¿Qué sintió cuando escuchó sus historias y qué habría que hacer para poner fin a estas injusticias?

«Sobre este problema he hablado varias veces. No recuerdo bien las estadísticas, pero me parece haber leído que el 80% de la riqueza del mundo está en manos del 17% de la población. No sé si sea cierto. Es un sistema económico que tiene en el centro el dinero, el dios dinero. Recuerdo una vez, un embajador no católico, hablaba francés, y me dijo: "Nous son tombeé dans l'idolatrie dell'argent" (Hemos cardo en la idolatría de la plata). ¿Qué sentí en Kangemi? ¡Sentí dolor, un gran dolor! Ayer fui al hospital pediátrico, el único de Bangui y del país. En terapia intensiva no tienen oxígeno, había muchos niños desnutridos. La doctora me dijo: ‘La mayor parte de ellos morirán porque tienen malaria o porque están desnutridos'. La idolatría es cuando un hombre o una mujer pierde su documento de identidad, es decir ser hijo de Dios, y prefiere buscarse un Dios a su medida. Este es el principio: si la humanidad no cambia, continuarán las miserias, las tragedias, las guerras, los niños que mueren de hambre, la injusticia. ¿Qué piensa este porcentaje que tiene en las manos el ochenta por ciento de la riqueza del mundo? Esto no es comunismo, es verdad. Y no es fácil ver la verdad».

Quisiera saber cuál fue el momento más importante del viaje, si volverá a África y cuya será su próximo viaje...

«Si las cosas salen bien, creo que el próximo viaje será a México; las fechas todavía no son precisas. ¿Volveré a África? No lo sé. ¡Yo soy un anciano, los viajes son pesados! El momento más importante: esa multitud, esa alegría, esa capacidad de festejar, de hacer fiesta a pesar de tener el estómago vacío. Para mí, África fue una sorpresa. Dios siempre nos sorprende, pero también África nos sorprende. Recuerdo muchos momentos, pero sobre todo la multitud... Se sintieron ‘visitados', tienen un sentido de acogida muy grande, y yo lo vi en las tres naciones. Después, cada país tiene su identidad: Kenya es un poco más moderno y desarrollado. Uganda tiene la identidad de sus mártires: el pueblo ugandés, tanto los católicos como los anglicanos, venera a los mártires. La República Centroafricana tiene ganas de paz, reconciliación, perdón.Ellos han vivido hasta hace cuatro años, entre católicos, protestantes, musulmanes, como hermanos. Ayer fui a ver a los evangélicos que trabajan tan bien y después vinieron a Misa. Hoy fui a la mezquita, recé en la mezquita, el imán se subió al papamóvil para dar una vueltecita entre los prófugos. Hay un pequeño grupo muy violento, creo cristiano o que se dice cristiano, pero no es el EI, es otra cosa (los anti-Balaka, ndr.). Ahora se van a hacer las elecciones, han elegido a una presidenta de transición, esta mujer como presidenta, y buscan la paz: nada de odio».
  


Se habla mucho sobre «vatileaks» en la actualidad, sin entrar en detalles sobre el proceso que se está llevando a cabo, quisiera preguntarle: ¿cuál es la importancia de la prensa libre y laica para arrancar la corrupción?

«La prensa libre, laica y también confesional, pero profesional. La profesionalidad de la prensa puede ser laica o confesional: lo importante es que haya profesionistas y que las noticias no sean manipuladas. Para mí es importante porque la denuncia de las injusticias y de las corrupciones es un buen trabajo. La prensa profesional debe decir todo, pero sin caer en los tres pecados más comunes: la desinformación, es decir decir solo a medias la verdad y no el resto; la calumnia, cuando la prensa no profesional ensucia a las personas; la difamación, que es decir cosas que quitan la fama a una persona. Estos son los tres defectos que atentan contra la profesionalidad de la prensa. Necesitamos profesionalidad. Y, sobre la corrupción, ver bien los datos y decir las cosas: hay corrupción aquí por esto, esto y esto. Y luego un periodista profesionista verdadero, si se equivoca, pide perdón».

El fundamentalismo religioso amenaza a todo el planeta; lo hemos visto con los atentados de París. Frente a este peligro, usted cree que los líderes religiosos tienen que intervenir más en ámbito político?

«Si intervenir en ámbito político quiere decir hacer política, no. Hagamos el padre, el pastor, el imán, el rabino. Pero se hace política indirectamente predicando los valores, valores verdaderos, y uno de los valores más grandes es la hermandad entre nosotros. Todos somos hijos de Dios, tenemos el mismo Padre. No me gusta la palabra tolerancia, debemos hacer convivencia, amistad. El fundamentalismo es una enfermedad que existe en todas las religiones. Nosotros los católicos tenemos algunos (muchos), que creen que tienen la verdad absoluta y siguen adelante ensuciando a los demás con la calumnia, la difamación, y hacen daño. Esto lo digo porque es mi Iglesia. Hay que combatir el fundamentalismo religioso. No es religioso, ofende a Dios, es idólatra. Convencer a esta gente que tiene esta tendencia, esto es lo que deben hacer los líderes religiosos. El fundamentalismo que acaba en tragedia, o que comete delitos, es algo malo, pero sucede en todas las religiones».

¿Cómo fue posible el nombramiento de monseñor Lucio Ángel Vallejo Balda y de Francesca Choauqui en la comisión Cosea? ¿Cree haber cometido un error?

«Fue un error. Vallejo entró por el cargo que tenía y que ha tenido hasta ahora: era el Secretario de la Prefectura de los Asuntos Económicos. ¿Como entró ella? No estoy seguro, pero creo que no me equivoco si digo que fue él el que la presentó como una mujer que conocía el mundo de las relaciones comerciales. Trabajaron y cuando terminó el trabajo, los miembros de la Cosea se quedaron en algunos puestos en el Vaticano La señora Chaouqui no permaneció en el Vaticano; algunos dicen que se enojó por esto. Los jueces nos dirán la verdad sobre las intenciones, cómo lo hicieron. Para mí no fue una sorpresa, no me quitó el sueño, porque hicieron ver el trabajo que comenzó con la comisión de los nueve cardenales, de buscar la corrupción y las cosas que no funcionan. Quiero decir una cosa, no sobre Vallejo y Chaouqui. Trece días antes de la muerte de Juan Pablo II, durante el Vía Crucis, el entonces cardenal Ratzinger habló de suciedad de la Iglesia. Él fue el primero que lo denunció. Después muere Juan Pablo, y Ratzinger, que era decano en la misa ‘pro-eligendo Pontifice', habló de la misma cosa. Nosotros lo elegimos por esta libertad al decir las cosas. Desde ese tiempo está en el aire en el Vaticano que allí hay corrupción. Sobre el proceso: no he leído las acusaciones concretas. Me habría gustado que acabara antes del Jubileo, pero creo que no se va a poder porque yo quisiera que todos los abogados de la defensa tengan tiempo para su trabajo y que haya libertad para defenderse».

¿Cómo hay que proceder para que estos hechos no vuelvan a verificarse?

«¡Yo agradezco a Dios que ya no esté Lucrecia Borgia! Pero debemos continuar con los cardenales y las comisiones la obra de limpieza».


 El SIDA golpea duramente África, la epidemia continúa. Sabemos que la prevención es la clave y que los condones no son el único medio para detener la epidemia, pero son una parte importante de la respuesta. ¿No es acaso tiempo de cambiar la posición de la Iglesia para permitir el uso de preservativos con tal de evitar infecciones?

«La pregunta me parece parcial. Sí, es uno de los métodos; la moral de la Iglesia se encuentra en este punto ante una perplejidad. O el quinto o el sexto mandamiento: defender la vida o la relación sexual abierta a la vida. Pero este no es el problema. El problema es más grande: esta pregunta me has pensar en esa que una vez le hicieron a Jesús: ‘Dime, Maestro, ¿es lícito curar de sábado?' ¡Es obligatorio curar! La desnutrición,la explotación, el trabajo esclavo, la falta de agua potable, estos son los problemas. No hablamos sobre si se puede usar tal curita para tal herida. La gran injusticia es una injusticia social, la gran injusticia es la desnutrición. No me gusta ir a reflexiones tan casuísticas cuando la gente muere por falta de agua o por hambre. Pensemos en el tráfico de armas. Cuando no existan estos problemas, creo que se podrá hacer la pregunta: ¿es lícito curar de sábado? ¿Por qué se siguen fabricando armas? Las guerras son el motivo de la mortandad más grande. No hay que pensar si es lícito o no es lícito curar de sábado. Hagan justicia y, cuando todos estén curados, cuando no haya injusticia en este mundo, podremos hablar sobre el sábado».

¿Cuál es la posición del Vaticano sobre la crisis que viven Rusia y Turquía? ¿Usted pensaba ir a Armenia por los 101 años de la masacre de los armenios?

«El año pasado le prometí a tres patriarcas que habría ido. La promesa sigue. Luego, las guerras: vienen por ambición. No hablo de las que se hacen para defenderse justamente de una injusta agresión. Las guerras son una industria, en la historia hemos visto tantas veces que un país con balances que no van bien deciden hacer una guerra y se ajusta el balance. La guerra es un negocio. Los terroristas, ¿fabrican ellos las armas? ¿Quién les da las armas? Hay toda una red de intereses, y detrás está el dinero, o el poder. Nosotros, desde hace años, estamos en una guerra mundial en pedazos, y cada vez los pedazos son de menos pedazos y más grandes. No sé qué piense el Vaticano. ¿Qué pienso yo? Que las guerras son un pecado, destruyen a la humanidad, son causa de explotación, de tráfico de personas. Hay que detenerlas. En las Naciones Unidas usé esta palabra en dos ocasiones, tanto en Nueva York como en Kenya: que su trabajo no sea un nominalismo declamatorio. Aquí en África vi cómo trabajan los Cascos Azules, pero esto no es suficiente. Y después leemos en la Biblia que el hermano mata a otro hermano: la primera guerra mundial. Y lo digo con dolor».

Comienza hoy en París la COP21, sobre el cambio climático. Nosotros esperamos que pueda ser el principio de la solución. ¿Usted cree que se den pasos importantes?

«Yo no estoy seguro, pero puedo decirle que ahora o nunca más. La primera conferencia, creo que fue en Tokyo... y se hizo poco. Cada año los problemas son más graves. Hablando en una reunión de universitarios sobre cuál mundo queremos dejar a nuestros hijos, uno dijo: ‘Pero, ¿usted está seguro de que habrá hijos de esta generación?'. Estamos al borde de un suicidio, por usar una palabra fuerte, pero yo estoy seguro de que casi la totalidad de los que están en París tienen esta consciencia y quieren hacer algo. El otro día leí que en Groenlandia los glaciares han perdido miles de millones de toneladas. En el Pacífico hay un país que está comprando otro país para mudarse, porque dentro de 20 años va a desaparecer (debido al aumento del nivel del mar, ndr.). Confío en esta gente, que hará algo. Espero que sea así y rezo por ello».

Usted tuvo muchos gestos de amistad hacia los musulmanes. ¿Qué es lo que dicen los imanes y las enseñanzas de Mahoma el mundo de hoy?

«Se puede dialogar, ellos tienen muchos valores, y estos valores son constructivos. También yo tengo la experiencia de amistad con un musulmán, un dirigente mundial. Podemos hablar. Él tiene sus valores y yo los míos, él reza y yo rezo. Muchos valores: la oración, el ayuno. No se puede cancelar una religión porque hay algunos o muchos grupos de fundamentalistas en cierto momento de la historia. Es cierto, las guerras entre religiones siempre han existido, también nosotros debemos pedir perdón: Catalina de Médici, que no era una santa, y esa guerra de los treinta años, esa noche de San Bartolomé... Debemos pedir perdón también nosotros. Pero ellos tienen valores, se puede dialogar. Hoy estuve en una mezquita, el imán quiso venir conmigo, en el papamóvil estaban el Papa y el Imán. ¿Cuántas guerras hemos hecho nosotros los cristianos? El saqueo de Roma no lo hicieron los musulmanes».

Sabemos que va a visitar México. Pero, ¿piensa ir a Colombia o a Perú?

«Los viajes, a mi edad, no hacen bien. Dejan huella, Voy a México y lo primero será ir a visitar a la Señora, a la Madre de América; si no hubiera sido por ella, no habría ido a la Ciudad de México por el criterio del viaje: visitar tres ciudades o cuatro que nunca hayan sido visitadas por los Papas. Después iré a Chiapas, luego a Morelia y, casi seguramente, en el camino para regresar a Roma, habrá una jornada en Ciudad Juárez. Sobre otros países latinoamericanos: en 2017 me invitaron a ir a Aparecida, la otra Patrona de América de lengua portuguesa, y desde ahí se podría visitar algún otro país, pero no sé, no hay planes».
  

Este fue su primer viaje a África y todos estaban preocupados por la seguridad. ¿Qué diría al mundo que cree que África es solamente víctima de guerras y destrucción?

«África es víctima, África siempre ha sido explotada por otras potencias, los esclavos de África eran vendidos en América. Hay potencias que solo buscan adueñarse de las grandes riquezas de África, acaso el continente más rico, pero no piensan en ayudar a que crezcan los países, a que todos puedan trabajar. África es mártir de la explotación. Esos que dicen que de África vienen todas las calamidades y todas las guerras no conocen bien el daño que hacen a la humanidad ciertas formas de desarrollo. Y por eso yo amo a África, porque ha sido víctima de otras potencias».

Al final, el Pontífice, después de haber agradecido nuevamente a los periodistas por el trabajo que hicieron durante el viaje africano, concluyó con estas palabras sobre la entrevista que acababa de terminar: «Respondo lo que sé, y lo que no sé no lo digo, no invento».

 http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2015/11/30/francisco-fue-un-error-el-nombramiento-de-balda-y-chaouqui-los-periodistas-hacen-bien-denunciando-la-corrupcion.shtml

jueves, 26 de noviembre de 2015

Libro sobre el legado de Mons. Arturo Rivera Damas.




Esta investigación presenta un hecho conocido desde un punto de vista diferente, a fin de ampliar la concepción del proceso de paz salvadoreño. Defiende la certeza de que los Acuerdos de Paz en Chapultepec son el resultado de un proceso complejo y de un entramado de influencias que resulta imposible imaginar sin el compromiso de la Iglesia católica y, sobre todo, del mediador Rivera y Damas. No se pretende idealizar el papel del clérigo, ni atribuirle el éxito de la paz, sino poner de manifiesto cómo la diplomacia pastoral de Rivera y Damas y de sus seguidores allanó el camino para el diálogo. La intención del libro es completar la historia contemporánea de El Salvador y llenar el incomprensible hueco en la bibliografía al respecto.
A la venta en Librería de la Parroquia $14.00

Mons. Arturo Rivera Damas, 21 aniversario de fallecido.


Mons. Arturo Rivera Damas, segundo Obispo de la Diócesis de Santiago de Maria 1977-1983. Arzobispo de San Salvador hasta el 26 de noviembre de 1994.

Impulsor de los diálogos por la paz en el pais y promotor de la causa de beatificación de Mons. Romero.



miércoles, 25 de noviembre de 2015

“El terrorismo se alimenta de la pobreza”, dice el Papa desde Kenia


Francisco junto al presidente keniano, Uhuru Kenyatta

Más preocupado por los mosquitos que por la seguridad, como dijo con humor a la prensa durante el vuelo, el papa Francisco aterrizó sobre las cinco de la tarde en el aeropuerto Jomo Kenyatta de Nairobi, en la primera etapa de su viaje por Kenia, Uganda y República Centroafricana (RCA), una de las giras sin duda de mayor alto riesgo que ha hecho el pontífice desde su nombramiento. Jorge Mario Bergoglio, recibido por miles de personas en las calles que llevan desde el aeropuerto a Nairobi, como mostraron los medios kenianos, salió de Roma con tres objetivos: diálogo entre religiones, reconciliación y justicia social. Tres metas ambiciosas llenas de sentido en una franja del continente negro donde el catolicismo siquiera es mayoritario y donde, como ocurre en RCA, última escala del viaje, la violencia se ha exacerbado entre cristianos y musulmanes.

MÁS INFORMACIÓN

"La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración", afirmó el Pontífice durante una recepción del presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, en su residencia. Al dirigirse a los líderes políticos, empresariales y religiosos que lo recibieron en Nairobi, Bergoglio dijo: "Yo les exhorto, en particular, a preocuparse verdaderamente por las necesidades de los pobres, las aspiraciones de los jóvenes y una justa distribución de los recursos naturales y humanos".
La visita del Papa ha sido declarada de alto riesgo no sólo por el conflicto aún abierto entre comunidades étnico-religiosas centroafricanas sino también ante la amenaza continua de grupos yihadistas como Al Shabab (La Juventud), con base en Somalia pero capaz de atentar en Kenia, como demostró el pasado mes de abril, con la muerte de casi 150 personas en la Universidad de Garissa —cebándose especialmente con los alumnos de confesión cristiana.
Durante su visita a Kenia, el Papa tiene previsto presidir una reunión con representantes de otras religiones, un encuentro con estudiantes y maestros en la Universidad de Nairobi y sendas visitas al barrio de Kangemi y a la sede de Naciones Unidas. El viernes se trasladará a Uganda, donde —entre otros actos— acudirá a un santuario anglicano y se encontrará con jóvenes.
Sin duda, la parte más interesante del viaje se desarrollará el domingo precisamente en RCA. Bergoglio visitará un gran campo de refugiados de la guerra civil y presidirá después la ceremonia de apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Bangui. Se tratará del preludio de la inauguración, el día 8 de diciembre en Roma, del jubileo de la misericordia.
El Papa se va a encontrar en su gira africana con una Iglesia sin duda más conservadora que la que rige su día a día en Europa, muy lejos aún de atender los debates calientes en el Vaticano, bien sea la homosexualidad, bien, el divorcio de los creyentes. Si la declaración de homosexualidad de un prelado del Vaticano revolución recientemente a la curia, sirva de ejemplo, en Uganda y Kenia, los colectivos gais trabajan para evitar las penas de cárcel.
La Iglesia católica se enfrenta en África además al gran ascenso de confesiones como la evangélica, más conservadora, más dinámica para la forma en la que los africanos practican la religión. En ninguno de los países que visita el pontífice, el catolicismo es la confesión más profesada. En Kenia un 23% de los ciudadanos son católicos, por un 47% de protestantes (y un 11% de musulmanes). En Uganda, cuna de una de las milicias cristianas más salvajes, el Ejército de Resistencia del Señor, católicos y protestantes se reparten a partes iguales 42%, por un 12% de musulmanes. En RCA, la mitad de los centroafricanos son cristianos, con igual proporción entre católicos y protestantes, por un 15% de musulmanes.
Bergoglio se convierte en el cuarto pontífice que visita África. Lo hicieron también Pablo VI, que viajó a Uganda en 1969, Juan Pablo II, que visitó 42 países, y Benedicto XVI. Unos minutos después de salir de Roma, y en el encuentro informal que habitualmente mantiene con los periodistas que le acompañan, Bergoglio negó que estuviese preocupado por la seguridad, una vez que hasta los servicios secretos franceses alertaran del alto riesgo de atentados. Según relató el enviado del diario La Stampa, el Papa aseguró: “Lo único que me preocupa son los mosquitos”, mientras hacía el gesto de ponerse sobre los brazos el repelente contra los insectos que le había regalado una informadora.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/25/actualidad/1448469857_339232.html

Paisajes de San Luis de La Reina

















domingo, 22 de noviembre de 2015

Homilía de Jon Sobrino en Domitila


image












Pacto de las Catacumbas: la urgencia 

de volver a la Iglesia de los pobres

Medellín, Romero y los mártires de la UCA

Redacción, 22 de noviembre de 2015

Estos días hemos reflexionado sobre "el pacto de las catacumbas” 
que hace cincuenta años firmaron en este lugar alrededor de cuarenta 
obipos. Se comprometían personalmente a construir "una Iglesia 
pobre y servidora”. Asi estaban recogiendo el gran deseo de Juan XXIII: 
que la Iglesia sea "una Iglesia de los pobres”. En el aula conciliar
 no prosperó la idea, pero el pacto de las catumbas se convirtió
 en el legado "secreto” del Vaticano II.
Hoy, en esta eucaristía, ante Dios y reunidos como su pueblo, 
quisiéramos comprometernos en la construcion de esa Iglesia, que es la unica
 Iglesia de Jesus. Es la mejor manera, y en definitiva la única manera, de recordar
 el pacto de las catacumbas como es debido. Y de renovarlo con la urgencia necesaria.
Tras el pacto ha habido epocas de florecimiento eclesial, y es bueno recordarlo para
 tener aliento en épocas difíciles: si la gracia fue real, es que hoy tambien es posible.
 Y sigue habiendo un gran pecado, que nos urge a seguir siendo responsables
 de erradicarlo y a estar dispuestos a correr riesgos. Pecado es en
 nuestros dias Lampedusa, los refugiados que buscan sobrevivir ante la 
eficaz indiferencia de Europa. Y pecado es la pederastia de sacerdotes
 y el carrerismo de altos eclesiásticos. Todo ello lo recuerda con vigor y 
rigor el papa Francisco.
Pero es mas fructífero recordar la gracia. Es mas dificil porque nos exige mucho. 
Y es mas gozoso, porque, lo que ha ocurrido en estos cincuenta años sigue 
siendo una buena noticia. Ha ocurrido en muchos lugares, pero me comprenderán 
si me centro en el continente latinoamericano.
Ha habido obispos padres de la Iglesia, algunos de ellos mártires, 
Don Helder Camara, Angelelli, don Samuel Ruiz, Leonidas Proaño, 
Juan Gerardi. Ha habido, menos conocidas, madres de la Iglesia, 
laicas y religiosas, algunas de ellas mártires. En El Salvador María Julia Hernández, 
Marianella García Villa, Rufina Amaya, Silvia Arriola. Ha habido comunidades de base, 
así llamadas porque están a la base de la sociedad de un mundo pobre, y 
comunidades indígenas que luchan por sus culturas. Ha habido seminarios y universidades que enseñan y promueven la liberación de los oprimidos. Ha habido teología de la liberación y cercanía de iglesias hermanas.Ha habido muchos mártires, mucho amor y mucha entrega. Y la Iglesia se ha parecido un poco más a Jesús.
Al firmar el pacto de las catacumbas los obispos tuvieron sencillez, lucidez y decisión. Quisiera decir ahora lo que, en lo personal, mas me ha impactado de lo que ayudaron a generar una corriente episcopal.
1. El nosotros del pacto fue recogido en Medellín.
En el pacto de las catacumbas los obispos hablaron muy personalmente. 
No hablaron para enseñar a los fieles, sino para hablar unos a otros. Llegaron 
a formar un "nosotros” existencial. Y generaron una importante corriente eclesial.
Tres años despues en Medellin los obispos dijeron. "Un sordo clamor brota de 
millones de hombres, pidiendo a sus pastores –pidiéndonos- una liberación 
que no les llega de ninguna parte (n. 2). Y añaden lo que no se suele decir:
 "Llega también hasta nosotros las quejas de que la Jerarquía, el clero, los religiosos, 
son ricos y aliados de los ricos” (n. 2). Aclaran que a veces se confunde la apariencia 
con la realidad, pero reconocen que hay cosas que han contribuido a crear la
 imagen de una Iglesia institucional rica: los grandes edificios, las casas de
 párrocos y religiosos, cuando son superiores a las del barrio en que viven; 
los vehículos propios, a veces lujosos; la manera de vestir heredada de otras épocas…

Esclarecidas las exageraciones, y hablando en primera persona los obispos 
reconocen lo que de verdad hay en las quejas. "En el contexto de pobreza y 
aun miseria en que vive la gran mayoría del pueblo latinoamericano, 
los obispos, sacerdotes y religiosos tenemos lo necesario para la vida 
y una cierta seguridad, mientras los pobres carecen de lo indispensable y se 
debaten entre la angustia y la incertidumbre” (n. 3).
Reconocen el distanciamiento y desinterés que los pobres resienten. 
"No faltan casos en que los pobres sienten que sus obispos, o sus 
párrocos y religiosos, no se identifican realmente con ellos, con 
sus problemas y angustias, que no siempre apoyan a los que trabajan con 
ellos o abogan por su suerte” (n. 3). Resuena el papa Francisco.
Estas palabras pensadas y detalladas muestran que los obispos 
tomaron en serio existencialmente, como personas y como grupo, el
 clamor de los pobres.
Y tambien lo presupone las palabras iniciales de Medellin. "Existen muchos 
estudios sobre la situación del hombre latinoamericano. En todos ellos 
se describe la miseria que margina a grandes grupos humanos. Esa miseria,
 como hecho colectivo, es una injusticia que clama al cielo” (n.1).
El texto es de suma importancia. Al ponerlo al comienzo de todo el documento 
los obispos confiesan lo que está en su mente y en su corazón.
 Y llama poderosamente la atención que, siendo un texto escrito por obispos, 
creyentes en Dios, amantes de Jesucristo y servidores en la Iglesia, 
sus primeras palabras no sean palabras religiosas, ni bíblicas, 
ni dogmáticas. Son palabras sobre la realidad de este mundo;
 más en directo, sobre su pecado. Mencionan a quienes lo sufren, y,
 por implicación, a quienes lo cometen. El pecado mayor es la "injusticia”. 
Las palabras "clama al cielo” pueden ser el equivalente al término español
 "desorbitante”, pero también se pueden entender como en Éxodo 3, 9: 
"El clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí”, dice Jahvé.
2. Mons. Romero fue fiel a los pobres hasta el martirio
El cambio de Monseñor se debió sustancialmente al asesinato de Rutilio Gande 
el 12 de marzo de 1977 en Aguilares. Es bien conocido. Ahora quiero 
recordar su total cercanía a pobres, empobrecidos y víctimas.
El 19 de junio de 1977 Monseñor volvió a Aguilares, cuando el ejército salió 
del pueblo tras un mes de haberlo ocupado y haber asesinado 
alrededor de cien campesinos. Recuerdo perfectamente como comenzó
 su homilía: "A mí me toca ir recogiendo cadáveres”.
Fue duro con los criminales y les recordó las palabras de la Escritura:
 ”Quien a hierro mata, a hierro muere”. En el ofertorio presentó a Dios
 a las cuatro religiosas que se había ofrecido a sustituir a los sacerdotes 
expulsados de Aguilares. Y a los campesinos que, atemorizados, no habían 
ido al templo, pero que podían escuchar sus palabras a traves de altavoces
 les dijo: "Ustedes son la imagen del Divino Traspasado… [Este pueblo] es la
 imagen de todos los pueblos que, como Aguilares, serán atravesados, 
serán ultrajados”(1) .
Monseñor preparaba sus homilías pensando en el pueblo sufriente. 
Así lo dijo en su última homilía dominical, la víspera de ser asesinado:
"Le pido al Señor durante la semana, mientras voy recogiendo el 
clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta 
violencia, que me dé la palabra oportuna para consolar, para denunciar,
 para llamar al arrepentimiento, y, aunque siga siendo una voz que 
clama en el desierto, sé que la iglesia está haciendo el esfuerzo 
por cumplir su misión” (2) .
Y con ese pueblo se comprometió hasta el final. "Quiero asegurarles a ustedes,
 y les pido oraciones para ser fiel a esta promesa, que no abandonaré a mi pueblo,
 sino que correré con él todos los riesgos que mi ministerio me exige” (3) .
Monseñor tomó en serio la construcción de una iglesia, la relacionó con 
el pueblo crucificado. La Iglesia de Jesús es una Iglesia perseguida.
 En un arrebato evangélico dijo: "Me alegro, hermanos, de que nuestra
 Iglesia sea perseguida, precisamente por su opción preferencial por
 los pobres y por tratar de encarnarse en el interés de los pobres”(4) .
 Y en un arrebato mayor confesó: "Sería triste que, en una patria 
donde se está asesinando tan horrorosamente, no contáramos entre las 
víctimas también a los sacerdotes. Son el testimonio de una Iglesia 
encarnada en los problemas de su pueblo” (5) .
Monseñor fue un hombre feliz. En 1979 le dijo al comienzo de la homilia al
 director de una delegación de Iglesias hermanas de Estados Unidos:
 "Quiero que a su regreso exprese simplemente lo que ha visto y oído, y
 lleve el testimonio de que con este pueblo no cuesta ser buen pastor; es
 un pueblo que empuja a su servicio… Más que un servicio… significa para
 mí un deber que me llena de satisfacción” (6) .
En el funeral que celebramos en la UCA un poco despues del asesinato Ellacuria
 dijo en su homilia: "Con Monseñor Romero Dios pasó por El Salvador”.
3. Otro 16 de noviembre, en 1989, en El Salvador fueron asesinados seis
 jesuitas y dos trabajadoras de la UCA.
Después de Medellín no solo Monseñor Romero fue asesinado. Ya he
 mencionado al principio los nombres de hombres y mujeres mártires. 
También hubo niños y ancianos. Permìtaseme recordar ahora a mis
 compañeros asesinados hace 26 años. Me han hecho pensar sobre lo 
que es el cristianismo, la Iglesia y la universidad. Por ser jesuitas su 
recuerdo puede ayudar a los religiosos y religiosas. Y por trabajar en
 una universidad puede ayudar a laicos y laicas.
Iluminan el cristianismo porque reprodujeron en forma real, no intencional o
 devocional, la vida de Jesús. Su mirada se dirigió a los pobres reales, los 
que no dan la vida por supuesto y viven y mueren sometidos a la opresión 
del hambre, la injusticia, el desprecio, y a la represión de torturas, 
desaparecimientos, asesinatos, muchas veces con gran crueldad. 
Se movieron a compasión e "hicieron milagros”, poniendo ciencia, 
talentos, tiempo y descanso, al servicio de la verdad y de la 
justicia. Y "expulsaron demonios”.
Ciertamente lucharon contra los demonios de fuera, los opresores, 
oligarcas, gobiernos, fuerzas armadas, y de esos defendieron a los pobres.
 No les faltaron modelos, Rutilio Grande y Monseñor Romero. Y fueron fieles 
hasta el final, en medio de bombas y amenazas, con misericordia consecuente. 
Murieron como Jesús, y han engrosado una nube de testigos, 
cristianos, sacerdotes, religiosos, también agnósticos, 
que han dado su vida por la justicia. Estos son los
 "mártires jesuánicos”, referente esencial para los 
cristianos y para cualquiera que quiera vivir humana y 
decentemente en nuestro mundo.
Fueron fieles a su vocación, y actualizaron a San Ignacio. 
Su tarea fue bajar de la cruz al pueblo crucificado,
 la liberación de la opresión, especialmente la producida 
por causas estructurales, y elegir el camino de la civilización
 de la pobreza en contra de la civilización de la riqueza,
 acumuladora y deshumanizante.
En este contexto me parece oportuno recordar un hecho singular:
 los mártires de la UCA nunca discernieron si era voluntad
 de Dios quedarse en el país, con riesgos, amenazas y
 persecuciones, o salir del país. Creo que ni se les ocurrió.
 Actuaron "sin dubitar ni poder dubitar” (Ejercicios de San Ignacio n. 175).
Si nos preguntamos "que movía y atraía la voluntad”, 
podemos decir que era "Dios nuestro Señor” comunicándose
 al alma. Pero creo que conocemos las realidades históricas que 
no les ataban al pais: "el sufrimiento del pueblo”, ”la vergüenza
 que daba abandonar al pueblo”, "la fuerza cohesionante de la
 comunidad”, "el recuerdo enriquecedor de Monseñor Romero, 
de nueve sacerdotes y cinco religiosas asesinadas”, incluso el
 "haberse acostumbrado a la persecución”. Pienso que todo
 ello movía la voluntad e iluminaba las decisiones y el camino a
 seguir. Dios no actuaba a través de cualquier cosa, sino a
 traves de las que hemos mencionado.
El Padre Arrupe dijo de ellos que "éstos son los jesuitas que 
necesita hoy el mundo y la Iglesia. Hombres impulsados por 
el amor de Cristo, que sirvan a sus hermanos sin distinción
 de raza o de clase. Hombres que sepan identificarse con
 los que sufren, vivir con ellos hasta dar la vida en su ayuda.
 Hombres valientes que sepan defender los derechos humanos,
 hasta el sacrificio de la vida, si fuera necesario” (19 de marzo, 1977,
 una semana despues del asesinato de Rutilio Grande).
Con los jesuitas murieron asesinadas dos mujeres: Julia Elba Ramos,
 42 años, cocinera de una comunidad de jóvenes jesuitas, 
pobre, alegre e intuitiva, y trabajadora toda su vida. 
Y su hija Celina, 15 años, activa, estudiante y catequista; 
con su novio habían pensado comprometerse en 
diciembre de 1989. Se quedaron a dormir en la 
residencia de los jesuitas, pues allí se sentían más seguras.
 Pero la orden fue "no dejar testigos”. En las fotos se nota
 el intento de Julia Elba de defender a su hija con su propio 
cuerpo. Son el símbolo del pueblo crucificado, inocente e indefenso.
Una última reflexión creyente. De los mártires de la UCA, 
unos fueron más parecidos a Monseñor Romero, los jesuitas.
 Otros fueron más parecidos al pueblo crucificado, las dos 
mujeres. Mirándolos a todos ellos y ellas en su conjunto, 
podemos decir que con ellos y ellas Jesús y su Dios
 pasaron por este mundo cargando con la cruz. Pero también
 hay que decir que, contra toda apariencia, en ellos y ellas
 pasó el Dios de la salvación. Así lo escribió el P. Ellacuría con 
rigor científico. Por mi parte escrito: "fuera de los pobres 
-y de las víctimas- no hay salvación”.
4. Los mártires traen salvación
Hemos recordado a mártires. Su vida y su muerte son de 
gran dureza, y por eso mis palabras pueden sonar fuertes. 
Pero también es verdad que a ellos se dirigen las bienaventuranzas
 de Jesús. Y que para nosotros son -pueden ser- una bendición: 
nos animan a entregarnos a los demás y a tener esperanza,
 ánimo que no se encuentra, con esa fuerza, en ninguna otra 
parte, ni en la liturgia ni en la actividad de la academia.
Los seis jesuitas de la UCA cargan con nosotros y nos llevan 
en su fe, Julia Elba y Celina nos llevan en la suya, pero de 
manera distinta. Yo al menos, no puedo entrar en su misterio.
 Pero Dios sí lo conoce y ellas -Dios sabe cómo- nos llevan a Dios.
Y contra toda ciencia y prudencia, los mártires generan esperanza.
 Miles de campesinos pobres, con familiares muertos, se juntan
 la víspera del 16 de noviembre en la UCA para celebrar unos 
con otros, rezar y cantar. Jürgen Moltmann lo teorizo muy bien
 hace unos años: "no toda vida es ocasión de esperanza, pero 
sí lo es la vida de Jesús, quien, por amor, tomó sobre sí la cruz”.
Para terminar quiero agradecer al Papa Francisco que se ha 
estado moviendo de nuevo en las catacumbas. A su modo, 
con humor y sencillez, con dureza y con cariño. 
Quiere reformar la Iglesia. Ayudémosle, no solo aplaudamos.
A Monsenor Luigi Bettazzi un gran abrazo. Y el agradecimiento 
de los salvadoreños a quienes nos ayudo en los años dificiles.
Y a los mártires, que descansen en paz. Que su paz
 nos transmita a los vivos la esperanza, y que su 
recuerdo no nos deje descansar en paz.

http://www.reflexionyliberacion.cl/articulo/4738/pacto-de-las-catacumbas-la-
urgencia-de-volver-a-la-iglesia-de-los-pobres.html20 11:59:27 de noviembre de 2015