Durante la administración del presidente Antonio Saca, al menos siete parientes del ex presidente y de su esposa fueron contratados para trabajar en el servicio exterior, con sueldos que llegan hasta los 8 mil dólares mensuales. Fuentes del anterior gobierno insisten en que no hay violación a ley alguna y, por lo tanto, no hay problema que señalar.
Daniel Valencia*cartas@elfaro.net
Publicada el 14 de septiembre de 2009 - El Faro
Entre 2004 y 2009, siete parientes del ex presidente Antonio Saca y de su esposa, Ana Ligia Mixco Sol, fueron contratados como embajadores o agregados consulares por los titulares de Cancillería para que representaran a El Salvador en diversas naciones de Asia, Norte, Centro y Suramérica.
Las contrataciones comenzaron en los primeros 100 días de Saca al frente del Ejecutivo, con el nombramiento de Gerardo Sol Mixco. El tío de la ex primera dama fue llamado al servicio para servir en Panamá con el cargo de embajador. Después de él, otros seis parientes de la pareja presidencial se fueron incorporando al servicio en el exterior, incluidos un hermano y un primo de la ex primera dama.
En Cancillería hay una larga lista de funcionarios del servicio exterior a quienes une la característica de su parentesco con personajes de la vida política de El Salvador, especialmente dirigentes o ex dirigentes del partido Arena y ex funcionarios del mismo Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, los familiares del ex gobernante Saca y de su esposa destacan porque se enrolaron en esa dependencia durante los cinco años que duró esa administración.
Eduardo Cálix, vicecanciller durante el gobierno de Saca, hace una especie de resumen de los hallazgos de El Faro, a los que agrega el detalle de contrataciones de personas de otros partidos distintos a Arena. “Pudieron haber sido personas cercanas al presidente, personas cercanas al partido, a los otros partidos… porque hay gente de los otros partidos políticos, hay gente nombrada de las otras instituciones del Estado, de la iniciativa privada, inclusive de ex militares… son gente que pasó por procedimientos (de selección) y como salvadoreños, si tienen aspiraciones legítimas, se sometieron a esos procedimientos”, dice Cálix.
El Faro envió un pedido de información a Cancillería para que detallara las fechas de contratación, salarios y la justificación de 15 de esas contrataciones.
En julio pasado, Relaciones Exteriores abrió a El Faro los registros de reclutamiento de algunas de estas personas y de otras que no aparecían en la lista que había elaborado este periódico. Junto al embajador Sol Mixco, en Panamá, la ex primera dama Ana Ligia Mixco Sol tuvo otros parientes en el extranjero: su hermano, José Eduardo Mixco Sol, se convirtió en ministro consejero en la embajada de El Salvador en México, el 1 de julio de 2005, con un sueldo de 2 mil 904 dólares.
Un mes antes, un primo, Salvador Sol, fue nombrado cónsul en Monterrey, Nuevo León, México.
De la ex primera dama también eran parientes otras dos funcionarias, informaron a El Faro los ex viceministros Eduardo Cálix y Margarita Escobar. Una de ellas, Patricia Figueroa, quien fue juramentada embajadora ante la India el 8 de abril de 2008. Con ella, y con un salario de 8 mil dólares, estrenó El Salvador sede diplomática en ese país asiático. Aunque las dos naciones tienen relaciones diplomáticas desde los años 70s, fue hasta 2008 cuando se abrió embajadas.
La otra pariente de la ex primera dama, según las fuentes, es Sonia Mireya Mendoza Sol viuda de Figueroa, quien fue nombrada ministra consejera y agregada consultar en Lima, Perú, con un sueldo de 3 mil 600 dólares.
A los cinco parientes de su esposa, el ex presidente Saca agregó dos: en Panamá, como consejera, a Gertrudis Estrella Murra Saca, con un sueldo de 2 mil 292.98 dólares; y en Toronto, Canadá, como cónsul, a Ana Haydeé Murra Saca, quien obtuvo una remuneración mensual de 4 mil 39.65 dólares. Esta última fue suspendida hace un mes por supuestas irregularidades, según Cancillería, que hizo una investigación interna.
En total, al sumar los salarios de los parientes de la familia Saca Mixco –menos el del embajador en Panamá, que no ha sido especificado por Cancillería- desde la fecha de contratación hasta mayo de 2009, último mes de la pareja presidencial al frente de gobierno, sus parientes obtuvieron unos 800 mil dólares.
El Faro buscó repetidas veces la versión de la ex pareja presidencia. En el despacho de Antonio Saca en el Grupo Samix -la empresa radial que fundó junto a su esposa- no hubo respuesta hasta el cierre de esta nota, el fin de semana.
Sin embargo, a favor de Saca y Mixco Sol, los ex viceministros Eduardo Cálix y Margarita Escobar defienden que no tiene nada de ilegal la contratación de estos parientes. “En su debido momento son personas que se sometieron a las pruebas, a los requisitos, aspiraron a la carera diplomática, algunos estuvieron en inducción en Cancillería, y después salieron al exterior. No es porque sean los parientes del ex presidente que se les nombró. En su debido momento rindieron con las pruebas necesarias”, dice Eduardo Cálix.
El ex viceministro apela al razonamiento de que no puede obstaculizarse el desarrollo de su potencial o de su carrera a alguien que está apto para un cargo, solo porque sea pariente de un funcionario. “Nadie puede desmerecerse y a nadie puede coartársele la posibilidad de optar a un cargo en el exterior simplemente porque en su debido momento está o no relacionado”, dice.
Escobar, ex viceministra para salvadoreños en el exterior, agrega que lo que ocurrió es la necesidad de recuperar el tejido del servicio exterior, deteriorado durante la guerra interna salvadoreña. “Los años de la guerra destruyeron lo que eran los equipos profesionales, los equipos diplomáticos de carrera y consulares de carrera. En los últimos años se hizo un esfuerzo muy grande para preparar funcionarios expertos en materia diplomática. Por eso el servicio exterior es una combinación de gente que tiene muchísimos años de laborar, con gente que ha ido ingresando progresivamente y que ha ido escalando o se ha incorporado al escalafón diplomático del país”.
Asegura que los filtros para el ingreso en Cancillería son competencia, profesionalismo y aptitudes, y esos se aplicaron.
El Faro logró contactar uno de los dos cancilleres de la era Saca, Francisco Laínez, quien se rehusó a dar opinión. Fue imposible establecer contacto con quien en 2008 se convirtió en su sucesora, Marisol Argueta de Barillas.
Según el ex viceministro Cálix, no existe violación alguna a la ley en las contrataciones de los parientes del ex presidente Antonio Saca y de su esposa Ana Ligia.
Al preguntarle sobre la idoneidad de estas personas para los cargos que les fueron asignados, Cálix asegura que incluso antes de ser enviados a sus puestos, todos los funcionarios pasaron por un proceso de inducción en Cancillería en El Salvador. “No te obliga la ley a tener que ser parte ni del escalafón diplomático ni del escalafón consular para poder representar un cargo en el exterior o en la sede de Cancillería”, dice.
Para ilustrar su punto, evoca el Perú de Alberto Fujimori.“La mayoría de los países en América latina y Europa tienen diferenciado lo que son los funcionarios de carrera y los de designación política. ¿Por qué? Porque son puestos de confianza. Fujimori quiso hacer eso: quitar a todos los funcionarios de carrera y dejar a políticos, y lo que dijo Cancillería es que no, que la carrera diplomática se debe de respetar. Y lo que hizo fue dejar 30% para funcionaros de carrera y 70% para asignación del presidente de la república. Eso es en todos los países, en todos”, argumenta.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha reparado en otros nombramientos que llaman la atención por los vínculos con personajes de la vida política salvadoreña. Como el nombramiento del hermano del candidato presidencial Rodrigo Ávila como embajador ante el Reino Unido, a escasas semanas de la elección del 15 de marzo.
A Roberto Ricardo Ávila lo juramentó Argueta de Barillas en el primer trimestre de 2009, aunque la derrota de Rodrigo evitó que los dos hermanos estuvieran en la cima del nuevo gobierno. En junio, cuando tomó posesión la nueva administración, Ávila puso su cargo a disposición, aunque las nuevas autoridades aún no han decidido qué harán con estos puestos.
Otros apellidos célebres
Rodrigo Ávila no es el único ex presidente del partido Arena o de la República que tiene a familiares prestando servicios en el exterior, aunque diferencia de la era Saca, los nombramientos no coincidieron con el momento en que el funcionario ocupaba la silla presidencial del país.
El gobierno de Saca contrató a una cuñada del ex presidente Armando Calderón Sol, Zoila del Carmen Aguirre de May, y a un hijo del ex mandatario, José Gerardo Calderón Aguirre. Ella es hermana de la ex primera dama Elizabeth Aguirre de Calderón, y se incorporó como embajadora de El Salvador ante Corea del Sur el 28 de noviembre de 2007, con honorarios de 8 mil dólares mensuales.
El hijo del ex presidente fue nombrado consejero en la misión permanente de El Salvador ante la OEA, en Washington, el 1 de enero de 2007, con un salario de 2 mil 575 dólares. Compañero de Calderón Aguirrre en esa misma misión diplomática es el hijo del ex Ministro del Interior, Mario Acosta Oertel, contratado el 2 de mayo de 2006 con un salario de 3 mil 346.
Tanto el ex presidente Calderón Sol, como el ex viceministro Acosta Oertel descartan de tajo que sus familiares hayan llegado al servicio exterior gracias a que sus parientes tengan capacidad de influencia. Calderón Sol, por ejemplo, argumenta en el caso de su cuñada que ella es una diplomática de carrera que conoce esa nación asiática, lo que le da credenciales para el cargo. “Sin importar el parentesco, ella es una diplomática, ella conoce mucho de Asia, de Corea, ha estado en Corea mucho tiempo. Es una diplomática, traductora, tiene su propio currículo y su propia vida.”
Al ex presidente de la República le pareció que el interés de El Faro en el nombramiento de su pariente política es buscar sin sentido. “Creo que eso es hacer querer hacer una crítica insana donde no la hay”, dice.En el caso de su hijo, agrega, “es un hombre especializado, graduado de la universidad en Washington. Conoce de la política americana y latinoamericana, es un profesional ya y es un hombre que tiene todas las características para ejercer…”, dice Calderón Sol.
Algo parecido dice Acosta Oertel sobre la contratación de su hijo: “Mi hijo fue invitado a trabajar en la comisión de límites con Honduras de la cancillería por el doctor Mauricio Gutiérrez Castro. Él es un abogado de profesión, graduado de la Matías Delgado. Tiene muchos estudios internacionales. Luego le ofrecieron un cargo en la misión de El Salvador en la OEA en Washington y allá está trabajando porque es un diplomático de carrera”.
Al igual que el ex gobernante, subraya que no medió para su contratación la relación de consanguinidad. “No está ahí por dedo ni por favor ni porque su papá es aquí… Él tiene su propia personalidad, su propia vida profesional. Es profesional de carrera. Él entró a finales de 2003 y principios de 2004. No tiene nada que ver”.
Entre los parientes de personajes célebres de la política salvadoreña también está Ana Margarita Chávez E., cónsul general en Washington D.C., donde fue nombrada el 16 de mayo de 2005, con un sueldo de 4 mil 39 dólares. La ex viceministra para salvadoreños en el exterior, Margarita Escobar -hoy diputada- reconoce que hay parentesco, pero se rehúsa a precisar en qué grado. “Es otro tema que lo han querido politizar. La ley establece que no se puede hasta el tercer grado de consanguinidad, y en ese sentido Margarita Chávez no es pariente mío hasta el tercer grado de consanguinidad. Es una doctora, profesional y es una mujer que ha demostrado sus propias competencias”, dice.
¿En qué grado es su pariente? “No lo sé. No tengo esos datos del árbol genealógico ahorita conmigo”, responde, con ironía.
La palabra nepotismo
Con la excepción del ex presidente Calderón Sol, ninguno de los ex funcionarios consultados por El Faro considera merecedora de crítica la contratación de parientes en el servicio exterior.
Calderón Sol aparta a sus familiares y hace una diferencia: “El sentido es más del nepotismo que pueda haber aquí entre parientes y las mismas argollas, que creo que se podría hacer tal vez una crítica. Eso sería diferente, poner a los familiares, ponerlos por su posición de parentesco. Y este es un gobierno que no es mi gobierno, yo soy ex presidente”, dice, refiriéndose a la administración durante la cual se produjeron estas contrataciones, que fue la de Antonio Saca.
Insiste en que su caso es diferente al de los parientes de la pareja Saca-Mixco. “No va a condenar a mi hijo o a cualquiera que es profesional que tiene acceso a un puesto público. Hay que tener suficiente objetividad como para no maltratar a un hijo de un político que ha dejado la presidencia desde hace 10 años y que tiene derecho el hijo también, pues, a hacer una vida pública, de valerse por su profesión y valerse por sus propios medios”, insiste.
* Con reportes de Sergio Arauz.
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