La crisis internacional, que golpeó con fuerza a la mayoría de los países de América Latina, con una caída del PIB regional de 1,9% en 2009, arrastrará a la pobreza este año a otros nueve millones de latinoamericanos, informó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
CEPAL
Cité Soleil en Puerto Príncipe, Haití, la mayior favela de Latinoamérica. La crisis internacional, que golpeó con fuerza a la mayoría de los países de América Latina, dejará otros nueve millones de pobres en América Latina en el 2009, informó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La crisis internacional, que golpeó con fuerza a la mayoría de los países de América Latina, con una caída del PIB regional de 1,9% en 2009, arrastrará a la pobreza este año a otros nueve millones de latinoamericanos, informó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En relación a 2008, la pobreza en la región se incrementará un 1,1%, mientras la indigencia lo hará en un 0,8%, para totalizar 189 millones de pobres (34,1% de la población), que incluye unos 76 millones de indigentes (13,7% de la población).
"Estas cifras indican un cambio en la tendencia de reducción de la pobreza que venía registrando la región", destaca la CEPAL en el documento Panorama Social de la Pobreza 2009, presentado este jueves en la sede de la organización dependiente de Naciones Unidas en Santiago.
Tras un período de bonanza que se extendió por seis años, América Latina cerrará 2009 con una caída en su PIB de 1,9%, jalonada por la crisis internacional que impactó sobre los indicadores de pobreza de la región, según la CEPAL.
"Los nueve millones de personas equivalen a casi un cuarto de la población que había superado la pobreza entre 2002 y 2008 (41 millones de personas), gracias al mayor crecimiento económico, la expansión del gasto social, el bono demográfico y las mejoras distributivas", según el estudio.
Pero el impacto de esta crisis sería menor al de años anteriores gracias a la mayor predisposición de los gobiernos para apoyar medidas monetarias y fiscales, y al incremento sostenido del gasto social, aunque obligará a replantear algunos programas sociales.
"Este aumento de la pobreza nos obliga a actuar: debemos replantear los programas de protección social", dijo la mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de CEPAL, al presentar el informe.
Bárcena recomendó a los gobiernos "aportar a la siguiente generación y no a la siguiente elección" (presidencial), instándolos a realizar políticas sociales de largo plazo.
El aumento proyectado en la pobreza para 2009 retrasará el cumplimiento del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (erradicar la pobreza extrema y el hambre para 2015): de 85% de avance que registraba la región en esta materia en 2008 se caería a 78% en 2009.
La pobreza en la región golpeará con más fuerza a mujeres y niños, mientras se espera que México sea el país más afectado.
De acuerdo a la CEPAL, el indicador de pobreza es 1,7 veces más alto en menores de 15 años que en adultos (mayormente en Argentina, Brasil y Panamá) y 1,15 veces mayor en mujeres que en hombres (especialmente en Panamá, Costa Rica y República Dominicana).
Asimismo, la exposición a la pobreza de las mujeres es más alta que la de los hombres en todos los países de la región y es notoriamente mayor en Panamá (1,37 veces), Costa Rica (1,30), República Dominicana (1,25), Chile (1,24) y Uruguay (1,21.
"Urge aplicar políticas de largo plazo dirigidas a los niños y jóvenes, quienes son los futuros motores productivos de la sociedad, y facilitar la inserción laboral de las mujeres para que no se siga perpetuando el círculo de la pobreza", alentó Bárcena.
En este sentido, la CEPAL recomendó ampliar la matrícula y cobertura escolar de los niños menores de cinco años, extender las jornadas escolares y castigar la discriminación de las mujeres en el mercado laboral, entre otras medidas.
Se espera que México sea uno de los países que experimente incrementos en sus niveles de pobreza, debido a la reducción del PIB y al deterioro de la situación de empleo y salarios.
La pobreza y la indigencia se miden en base a la capacidad de cubrir una canasta básica de bienes y servicios. Los pobres sólo alcanzan a cubrir algunas necesidades de la canasta, mientras a los indigentes sólo les alcanza para satisfacer sus requerimientos nutricionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario