- HOY 15:32 - Felicito a El Diario de Hoy por esta investigacion tan audaz! ¿Por...
- HOY 15:03 - Esperaría que si el presidente Funes lee o le informan sobre este...
- HOY 13:51 - Como era de esperarse, el ex presidente ya le están pasando la factura...
- HOY 12:20 - Esta es una buena oportunidad para que este periodico, como lo ha...
- HOY 11:56 - A ver que comenta de todo esto el Sr. Beltrán Bonilla. Ojalá y mida...
Precisamente, esta disposición legal fue cuestionada esta semana por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), que planteó la urgencia de que se reforme, porque no hay mecanismos de control y se desnaturaliza el propósito de la Asamblea Legislativa para la aprobación del presupuesto. Además, esto implica que si las dependencias necesitan fondos, posteriormente, no dispondrán de ellos para trasladarlos entre sus áreas, sino que tendrán que pedir refuerzos presupuestarios a la Asamblea.
La entidad aclaró que no está en contra de que el Ejecutivo tenga discrecionalidad para usar fondos en casos de emergencia, seguridad nacional y otros, pero se debe respetar lo dispuesto por el Congreso y se le deben rendir cuentas a la ciudadanía, como sí se hizo, por ejemplo, cuando fue instaurada "la partida de gastos imprevistos", durante la administración de Maximiliano Hernández Martínez.
Analizando los presupuestos de la gestión de Elías Antonio Saca (2004-2009), por ser la más reciente, se determina que se gastaron $219 millones más de lo que había aprobado la Asamblea Legislativa como presupuesto para la Presidencia.
El análisis se centra en los gastos de bienes y servicios porque estos son los discrecionales. El resto de los gastos incluyen rubros tales como salarios, inversiones y seguros que están menos sujetos a la discreción del ejecutor del presupuesto, en este caso de Casa Presidencial.
El análisis indica también que en 2004-2005 sucedieron dos cosas que separan estos años de los anteriores. Primero (gráfica 1) el presupuesto de bienes y servicios de Casa Presidencial (Capres), aprobado por la Asamblea, que estaba en 6.8 millones de dólares en 2004, subió a 24.7 millones en 2005.
El segundo cambio fue que a partir de ese año, la ley del presupuesto incluyó un par de disposiciones legales que permitieron pasar dinero entre ministerios y entre ellos y Casa Presidencial. Antes de 2004, esto se había considerado inconstitucional, porque la Constitución establece que es facultad del Órgano Legislativo decretar el presupuesto y sus reformas y autoriza únicamente las transferencias entre un mismo ramo u organismo administrativo (artículo 229).
Pero tras asumir funciones, el gobierno Saca envió a la Asamblea en junio de 2004 la propuesta de que se le permitiera transferir fondos de los ministerios a la partida de "gastos imprevistos" de Casa Presidencial, y la Asamblea lo aprobó. La dirigencia del FMLN (ver nota aparte) interpuso un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia, la cual declaró posteriormente que la disposición no transgrede la Carta Magna.
Anteriormente, cualquier modificación que no fuera una transferencia entre el mismo ramo u organismo administrativo tenía que ser aprobada por la Asamblea Legislativa, ya que ésta no puede delegar sus funciones de acuerdo al artículo 86. En este espíritu, la Ley de la Administración Financiera del Estado de 1995 (literal "a" del artículo 45) dice que "las transferencias entre asignaciones de distintos ramos u organismos administrativos (…) serán objeto de Decreto Legislativo a iniciativa del Presidente de la República, por medio del ministro de Hacienda".
El impacto de esa nueva forma de ejecutar el presupuesto en la realidad del gasto puede observarse con claridad en la gráfica 2. En 2008, Casa Presidencial gastó $76 millones de dólares en bienes y servicios cuando la Asamblea le había aprobado $25.2 millones, mientras que en el mismo rubro el Ministerio de Educación gastó $46.8 millones; el Ministerio de Salud Pública $41.2 millones y el Órgano Judicial $25.9 millones.
En 2008 el gasto en bienes y servicios de Capres ($76 millones) fue mayor que la suma de los presupuestos aprobados de dos de los ministerios más grandes un año después en el 2009: el de Educación ($43 millones en 2009) y el de Salud ($31.8 millones en el mismo año), siempre en bienes y servicios.
El Ministerio de Salud con una mayor cuota de dinero pudo haber destinado este dinero a la compra de medicinas en los hospitales y centros de salud, en un año en que se quedó corto de ellas, más la gasolina de todas las ambulancias, etc.
Para ser más específicos, si en 2008 el Presidente hubiera decidido gastar la mitad en bienes y servicios de Casa Presidencial, el Ministerio de Salud hubiera tenido casi el doble para comprar medicinas en un año en el que hubo carencias. Casa Presidencial gastó entre 36 y 50 millones de dólares más por año en bienes y servicios que lo que le había aprobado la Asamblea Legislativa. Esta diferencia no aprobada por la Asamblea pero validada por la Ley de Presupuesto es igual a todos los bienes y servicios presupuestados para el Ministerio de Salud en 2009, incluyendo las medicinas.
Acumulando de 2004 a 2008, Capres gastó 219 millones de dólares más en bienes y servicios que el presupuesto aprobado por la Asamblea. Sumando los bienes y servicios aprobados por la Asamblea, Casa Presidencial gastó 320 millones de dólares en bienes y servicios.
En total, sumando salarios y otros costos, Casa Presidencial gastó 480 millones de 2004 a 2008. Con esta cifra, sólo para tener un punto de comparación se podrían haber construido 960 mil metros cuadrados de vivienda, o 24 mil viviendas de 20 mil dólares cada una, suficientes para 80 a 100 mil personas.
La gráfica 3 muestra el presupuesto de una de las unidades de Capres —la Secretaría de Comunicaciones, que maneja la publicidad de Casa Presidencial. Como se ve en la gráfica, el presupuesto para esta secretaría subió de 1.2 a 7.3 millones de 2004 a 2005. El gasto real, sin embargo, fue mucho mayor que el aprobado por la Asamblea.
En 2008 fue de 19 millones, contra 7.4 millones aprobados por los diputados. En total, esta Secretaría gastó 83 millones entre 2004 y 2008. Esto no incluye todo lo gastado en publicidad por todos los ministerios, sino sólo lo gastado por Casa Presidencial.
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