El mayor D´Aubuisson fue parte de la conspiración para asesinar a monseñor Romero, aunque el tirador lo puso un hijo del ex presidente Molina, dice el capitán Álvaro Saravia. 30 años después, él y otros de los involucrados reconstruyen aquellos días de tráfico de armas, de cocaína y de secuestros. Caído en desgracia, Saravia ha sido repartidor de pizzas, vendedor de carros usados y lavador de narcodinero. Ahora arde en el infierno que ayudó a prender aquellos días cuando matar "comunistas" era un deporte.
Carlos Dada, elfaro.net
Publicado el 22 de Marzo de 2010
Comienza a leer despacio, en voz alta: “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero, el capitán Álvaro Rafael Saravia se quitó el rango militar, abandonó a su familia y se
mudó a California”. En la mano sostiene varias páginas con la impresión de una nota periodística publicada hace cinco años. Se reacomoda los lentes -dos grandes vidrios sostenidos por un alambre-. Tiene las uñas rotas y sucias, y los ojos muy abiertos y agitados. Alertas. Vuelve a leer el primer párrafo. “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero, el capitán Álvaro Rafael Saravia…” Hace una pausa y repite ese nombre, que no ha dicho en mucho tiempo: “El capitán Álvaro Rafael Saravia”.
Levanta la cabeza y me mira fijamente.
-Usted escribió esto, ¿verdad?
-Sí.
-Pues está mal.
-¿Por qué?
-Aquí dice “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero”. Y yo no lo maté.
-¿Y quién lo mató?
-Un fulano.
¿Un extranjero?
-No. Un indio, de los de nosotros. Por ahí anda ese.
-Usted no disparó, pero participó.
-30 años y me voy a morir perseguido por eso. Sí, claro que participé. Por eso estamos hablando.
Tiene las manos gastadas por la miseria y el trabajo del campo. Unas manos que nada tienen que ver con las de aquel piloto de la Fuerza Aérea convertido en lugarteniente del líder anticomunista salvadoreño Roberto d´Aubuisson, y después en repartidor de pizzas, lavador de dinero para la mafia colombiana y finalmente en vendedor de autos usados en California. Ahora ya no es nada de eso. Perdió un juicio al que no asistió, en el que fue encontrado culpable del asesinato de monseñor Romero.
-Cuénteme cómo fue.
-Se lo voy a contar todo, pero despacio. Esto es largo....
Entrevista completa en: http://www.elfaro.net/es/201003/noticias/1403/
ver audio: http://www.youtube.com/watch?v=qZN3FyDXKCc
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