sábado, 22 de mayo de 2010

Poema dedicado a la Mujer

Genesis 19, 24,-26                                        

La sal no corroe la memoria.
seca la lengua, las pupilas,
atrofia las articulaciones,
pero deja intacta la memoria.
La Mujer de sal

“Salimos apresuradamente”,
Con el lloro y los gritos a nuestras espaldas,
El camino lodoso pegado a nuestras plantas.
Grita Lot:
¡No vuelvan la mirada!
¡No vuelvan la cabeza o serán malditos!

“Pero mi corazón se dolía con los gritos,
Con el llanto de los niños y el chillido de los animales
Con el crujido de las paredes derrumbadas
¡No podía soportarlo!

“Me volví,
No por estúpida o desobediente,
No por curiosidad mal sana,
Me volví por piedad, por misericordia".

“Yo ví lo que nadie se atrevió,
Mis pupilas blanqueadas guardan la historia,
Nunca diré lo que había"
(esa es mi recompensa).

¿Es que Dios condena la misericordia?
Mi dios alabó la mía,
Sentí sus manos conmovidas labrando y tallando mi cuerpo,
Lo que El labro en piedra de sal fue mi compasión
no el castigo que se divulga”.
Gabriela Miranda

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonitooo!

Anónimo dijo...

Sabina dice que de nadie es el camino que no vuelve hacia atras donde se desangran las estatuas de sal.... ese es nuestro camino porque las estatuas tambien somos nosotros mismos...