viernes, 23 de julio de 2010

... " Es de madrugada si insistimos un poco ..." Felicidades, que el compartir nos haga un solo y gran pueblo!!!!

Participantes  de 12 paises en el Seminario Intensivo de Lectura Popular de la Biblia, julio 2010.
 San Josè, Costa Rica.Departamento Ecumènico de Investigaciones (DEI).

"En un tiempo en el que parece que muchos quieren que la religiòn sea sòlo un compromiso litùrgico y asistencialista, y en el que se espera de las "iglesias" solamente indicaciones para saber como ser buenos catòlicos, o evangèlicos,  o de otras confesiones, la lectura popular de la Biblia nos libera de todo esto y nos impulsa a escuchar el mensaje, siempre radical y comprometido de Jesùs, a travès de nuestras mismas conciencia y sensibilidad, alentadas por la presencia activa de otros amigos y otras amigas. Es una lectura comunitaria donde es fundamental el aporte de cada uno y cada una. En la lectura popular de la Biblia se descubre otra vez la capacidad de hacer preguntas, pues eso es lo fundamental en la vida, mientras que la escuela tradicional nos ha atrofiado esta capacidad, porque nos acostumbrò sòlo a tener respuestas. En la escuela hay enseñanzas y no aprendizaje. Ese modelo cuando pasò en las iglesias se volviò en instrumento de opresiòn mas que de liberaciòn, pues impulsa mas a aceptar las cosas asì como estàn que no a cambiarlas, mejoràndolas segùn el plan de Dios; o, en su forma mejor, cuando hay un buen predicador, nos llega un mensaje de afuera que dificilmente se vuelve "carne de nuestra carne". La lectura popular, o sea la lectura hecha desde el pueblo, partiendo de la realidad que vivimos (recordemos que la primera Palabra da Dios no es la Biblia sino que la vida) nos abre a la imaginaciòn: leer la vida cuestionàndola con la Palabra, como tambien leer la Palabra cuestionàndola con la vida. Esta manera de educarnos nos lleva a una meta fundamental: nos humaniza finalmente! La lectura popular de la Biblia es la riqueza más grande que podemos entregar al los pueblos empobrecidos porque les enseña a aprender, o, dicho de otra forma, los forma al aprendizaje.



Solo en este tipo de lectura, por lo que se refiere al Evangelio, se puede descubrir y sentir como propia, cuàl fue la fe de Jesùs y, de allì, de la fè y de la vida de El, entender cual tiene que ser nuestra fe en El.


A travès de la lectura popular de la Biblia descubrimos en que gran medida se revela Dios en cualquiera que la lee, y còmo es importante para nosotros, para la Iglesia y para el mundo, que cada uno/a lea y reflexione en comunidad los libros que componen la Biblia. Se descubren el contexto històrico-geogràfico, socio-politico-economico, en el cual fueron escritos, el porque se escribieron, para quien, y hasta los lìmites que tienen.


Cada uno/a de nosotros/as, leyendo por ejemplo en comunidad el libro de Qoèlet, aportò su contribuciòn y al final descubrimos la actualidad del mensaje de este libro que nos parecìa tanto pesimista y lejano. Al contrario, mientras que lo cerràbamos, despues de terminarlo y habiendo compartido nuestras reflexiones, ya se habìa abierto en nosotros la visiòn de un mundo que recorriò los siglos y hoy en dia tiene los mismos rasgos del mundo de Qoèlet, el del III siglo antes de Cristo: "no hay nada de nuevo bajo el sol", pues la codicia de dinero y de poder està a la raiz de las motivaciones del actuar del cualquier sistema y de la mayoria de nosotros/as. Allì donde la moneda, la economia se absolutiza, Qoèlet propone el amor y nos dice de no quedarnos nunca conformes con la injusticia, pues la injusticia nace de la codicia.


Asì fue lo mismo abriendo y leyendo juntos el evangelio segùn Marcos. Despuès de cada secciòn leida, cada uno/a describia las emociones que habia vivido escuchando la palabra, los "olores" que sentìa, los sentimientos que se apoderaban de èl, las preguntas que le despertaba. La lectura popular de la Biblia nos hace este regalo tan nuevo y maravilloso: el cuerpo -tàn despreciado por cierta moral- se vuelve el primer lugar de escucha de la Palabra. Luego, a travès del estudio del contexto, de las reflexiones que seguian, nos dàbamos cuenta que el Evangelio (la Biblia) tenia muchas riquezas escondidas y que las no hubiera soltado si nos hubièramos quedado con la lectura tradicional, hecha solamente en las liturgias eucarìsticas".



Abrazo con amistad y confianza,


                                Carlo Sansonetti  (participante del seminario)

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