Escuela Parroquial de Música en San Luis de La Reina
Educando para la Paz
El municipio de San Luis de La Reina se encuentra a 150 km de San Salvador y está ubicado en el departamento de San Miguel, limitando con Honduras, San Gerardo, Ciudad Barrios, Sesori y la localidad de Carolina.
Dado que El Salvador ha carecido de políticas públicas que apuesten, incentiven y promuevan la creatividad y el talento en el aprendizaje de instrumentos musicales– el municipio –por diversas razones– también ha sido excluido del apoyo necesario y fomento adecuado de en esta área. Muestra de ello es que todavía no cuenta con una Casa de la Cultura, ni se han impartido clases de música o danza en los centros escolares.
Ante esta realidad, a partir del 2003, a iniciativa de la Parroquia y las comunidades, se inicia un proceso de cambio con la realización de dos festivales culturales por año, contando con la participación de diversos grupos musicales, danza, teatro, entre otros. Posteriormente, en marzo de 2008 arrancó el proyecto de la Escuela Parroquial de música, impartiendo clases de guitarra, teclado y danza a 13 alumnos y alumnas. En ese momento contábamos con cuatro guitarras y tres teclados. La parroquia junto con personas amigas asumió el pago de salario para los maestros a lo largo del curso.
Actualmente impartimos clases para el aprendizaje de 12 instrumentos musicales (guitarra, teclado, trompeta, trombón, clarinete, bajo, charango, quena, flauta tranvesal, entre otros) contando con la participación de 86 alumnos y alumnas cada fin de semana.
De esta forma, cumplimos nuestro objetivo principal de animar y formar músicos instrumentistas de un nivel intermedio a partir de postulados de excelencia artística y humana que conduzcan a un crecimiento, desarrollo, reconocimiento, valoración, estímulo y bienestar personal capaz de incidir a su vez en la construcción de una nueva sociedad con paz y bienestar en el ámbito de la región y del país en general.
Nuestros Apoyos
No existen las palabras adecuadas para agradecer el apoyo que diversas personas e instituciones nos han brindado a lo largo de este proceso.
Gente de diversas zonas del país y de otras fronteras que con su aporte desinteresado han hecho posible este sueño colectivo. A ellos y ellas nuestro agradecimiento especial, porque nos hacen creer que la esperanza “tiene tantos rostros que anida en cualquier lugar, tantas manos siempre dispuestas a dar y tantos corazones que no quieren claudicar”
Los nuevos sueños que proyectamos cumplir
Necesitamos fortalecer los cursos existentes, compartir con personas dedicadas a la música de forma profesional, mejorar la formación de nuestros maestros y crear lazos con instituciones que fomenten el arte y la cultura para seguir brindando nuevas y mejores opciones a la niñez y juventud.
Edicion: Carolina Molina
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