Miles de personas se reúnen en el Memorial de la Paz de la ciudad japonesa, objetivo el 6 de agosto de 1945 del primer ataque nuclear de la historia.
Decenas de miles de personas se congregaron este miércoles en Hiroshima con motivo del 69 aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica de la historia, que arrasó esa ciudad del oeste de Japón.
Algunos sobrevivientes, parientes de víctimas, responsables gubernamentales y delegaciones extranjeras permanecieron inmóviles a las 08H15 (23H15 GMT), cuando tocó una campana que daba la señal para guardar un minuto de silencio.
A esa misma hora, el 6 de agosto de 1945, el bombardero estadounidense "Enola Gay" largó la bomba (bautizada como "Little Boy") que transformó la ciudad en un infierno nuclear, un acto por el que Estados Unidos nunca ha pedido disculpas, como tampoco lo ha hecho por Nagasaki, bombardeada el 9 de agosto.
De hecho, ningún presidente estadounidense en ejercicio ha visitado nunca ninguna de estas dos ciudades.
En torno al Memorial de la Paz en Hiroshima, y no lejos de la "Cúpula de Genbaku", ruina emblemática del cataclismo coronada por un amasijo de hierros retorcidos por el calor nuclear, numerosas personas han venido a recogerse, rezar, depositar flores.
"Es una jornada de profunda reflexión y por un compromiso renovado para construir un mundo más pacífico", declaró la embajadora estadounidense en Japón, Caroline Kennedy.
Unas 140 mil personas murieron en Hiroshima y unas 70 mil en Nagasaki inmediatamente o, por la exposición a las radiaciones, entre el momento del impacto de las bombas y el mes de diciembre siguiente.
Estos dos ataques precipitaron la capitulación de Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 1945.
Militante infatigable contra las armas nucleares, el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, invitó al presidente estadounidense, Barack Obama, "y a todos los dirigentes de naciones poseedoras del arma nuclear a visitar las ciudades de la bomba lo antes posible".
"Si ustedes lo hacen, se convencerán de que las armas nucleares son el mal absoluto y no debe permitirse que existan", agregó Komatsu.
El alcalde aprovechó para criticar al primer ministro japonés, Shinzo Abe, que a primeros de julio "reinterpretó" la Constitución pacifista del país para permitir que las fuerzas niponas participen en operaciones militares exteriores.
CULPABLES DE ESTAR CON VIDA
El artículo 9 de la Constitución de 1947 consagra el pacifismo de Japón y la renuncia "para siempre" a la guerra.
"Nuestro Gobierno debería aceptar el hecho de que durante 69 años hemos evitado la guerra precisamente gracias al noble pacifismo de la Constitución", expresó Matsui.
Sesenta y nueve años después del horror, muchos de los sobrevivientes del infierno -a los que en Japón se conoce como "hibakusha"- se sienten culpables de estar vivos cuando tantos otros han muerto o no han podido testimoniar nunca sobre la crueldad de la guerra, recordó el alcalde.
Pero, agregó, los que callaron durante tantos años, cargados con estos recuerdos terribles, empiezan a hablar al final de sus vidas.
Como Shigeji Yonekura, de 81 años: "Es triste ver año tras año desaparecer a mis amigos 'hibakusha' pero quiero seguir contando a los jóvenes mi experiencia terrible mientras pueda", dijo a la AFP.
Coincidencia: Según la prensa estadounidense, el último miembro de la tripulación del bombardero Enola Gay, Theodore van Kirk, falleció a los 93 años y fue enterrado este martes 5 de agosto.
Fuente y foto: AFP
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