lunes, 9 de febrero de 2015

Fue en 1974, durante una visita que Monseñor hizo a Sesori para celebrar una festividad religiosa, cuando conocí a Monseñor por primera vez; yo tenía quince años. Más tarde, a principios de 1979, platiqué con él en la Catedral de San Salvador, ...

Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez es la persona más
conocida en El Salvador por ser la voz de los sin voz

Oscar Arnulfo Romero Galdámez nació en el pueblo de Ciudad Barrios el 15 de agosto de 1917, en la parte este de El Salvador. Terminó sus estudios de sacerdote en Roma, Italia el 4 de abril 1942; después de algunas dificultades para regresar a El Salvador desde Italia porque estaba la Segunda Guerra Mundial, regresó a El Salvador en 1943. El obispo que estaba en aquel momento le encomendó la parroquia de Anamorós en el departamento de Morazán.

Romero fue nombrado obispo en 1970, ayudando como obispo auxiliar del arzobispo Luis Chávez y González.  Romero trabajó como obispo en la diócesis de Santiago de María, a la cual pertenece  mi ciudad natal Sesori y en donde mi padre era el sacristán. Fue en 1974, durante una visita que Monseñor hizo a Sesori para celebrar una festividad religiosa, cuando  conocí a Monseñor por primera vez; yo tenía quince años.  Más tarde, a principios de 1979, platiqué con él en la Catedral de San Salvador, después de una misa, para conocer su opinión acerca de mi compromiso en la organización popular. La tercera y última vez que hablé con él fue en su visita a nuestra comunidad en Colonia Guadalupe, en Soyapango, el 12 de diciembre de 1979 en la festividad de la Virgen de Guadalupe. Después de la misa, todos los catequistas comimos pupusas con él en la casa de Francisco Calles; mientras tanto platicamos acerca de la situación en nuestro país y de las amenazas de muerte que en su contra habían lanzado los escuadrones de la muerte. Ustedes pueden ver en el diario de Monseñor Romero la mayor parte de las visitas pastorales que él hizo.

En noviembre de 1974, se produjo la primera masacre en un lugar llamado La Cayetana; Monseñor Romero estuvo ahí invitado por los sacerdotes y campesinos para conocer lo qué había pasado.  Monseñor Romero presidió una oración en compañía de la gente al derredor de uno de los cuerpos que aún estaba al lado de la carretera. Monseñor supo que los culpables fueron la Guardia Nacional. Monseñor Romero no sólo estuvo orando por las víctimas, también escuchó testimonios de los familiares de las personas asesinadas, luego escribió una carta al presidente Arturo Armando Molina pidiéndole una investigación y sanción de los culpables. Puedo compartir esa carta en otro momento, si les parece.

Antes que Monseñor Romero llegara a ser Arzobispo, hubo una discusión entre la oligarquía de El Salvador, ya que siempre "sugirieron" al Papa quien debía ser el próximo Arzobispo, por lo que sugirieron a Monseñor Romero. La mayoría de los sacerdotes y los miembros de las Comunidades de Base se sintieron decepcionados porque estaban seguros que Romero había sido elegido por la oligarquía y como tal actuaría en favor de la derecha.

El 28 de noviembre de 1970, Monseñor Romero siendo obispo auxiliar de la Arquidiócesis, asistió el cadáver del sacerdote Nicolás Rodríguez, quien fue el primer sacerdote asesinado en El Salvador, en un camino de San Antonio Los Ranchos, en el departamento de Chalatenango; al respecto Monseñor Romero dijo: “Yo fui a recoger ese cadáver, ya estaba putrefacto- venía de una confesión, traía los instrumentos de despedir un alma para la eternidad, ministro que murió, pues, en el servicio de su sacerdocio”. (Homilía, 27 nov. 1977) Por supuesto que el asesinato de su amigo el Padre Rutilio Grande el 12 de marzo de 1977, también causó un gran impacto en Monseñor Romero.

Al comienzo de su episcopado, la mayoría de las personas consideraban al Arzobispo Romero muy tradicionalista y conservador; pero él siempre trató de visitar y hablar con la gente y los sacerdotes para conocer sus problemas, las opiniones, y tenerlos en cuenta. Creo que uno de sus valores principales era su sinceridad.

Aunque Romero fue criticado y amenazado de muerte, él siempre dijo la verdad desde la óptica de la palabra de Dios. Sus homilías aún nos interpelan:

         En un pronunciamiento especial, Monseñor Romero denunció las atrocidades cometidas por el ejército contra los campesinos. Además, cuestionó a la prensa porque a propósito los medios de comunicación estaban dando información equivocada sobre los hechos en nuestro país, por eso les dijo: "Es una lástima, hermanos, que en estas cosas tan graves de nuestro pueblo quieran engañar al pueblo. Es lástima tener unos medios de comunicación tan vendidos a las situaciones. Es lástima no poder confiar en la noticia en el periódico o de la televisión o de la radio porque todo está comprado, está amañado y no se dice la verdad". (Homilía, 02 de abril 1978)

Ese tipo de crítica aún es válida en El Salvador debido a que los grandes medios de comunicación han controlado y manipulado la información para favorecer a los ricos, que siempre habían gobernado nuestro país. El 29 de julio de 1979, Monseñor Romero dijo a los periodistas: "Un periodista o dice la verdad o no es periodista". Ustedes pueden sacar su propia conclusión.

Romero fue asesinado mientras celebraba una misa en la capilla del hospital La Divina Providencia en San Salvador el 24 de marzo de 1980, por un Escuadrón de la Muerte organizado por Roberto D'Abuisson; éste fue entrenado en una base militar de los Estados Unidos, y fundó el partido Alianza Republicana Nacionalista, ARENA.

Ahora, 35 años después del asesinato de Monseñor, la Iglesia Católica ha anunciado que Monseñor Romero será convertido en santo; la mayoría de las personas salvadoreñas están muy felices, y la beatificación podría ser muy pronto, en este año 2015!
José Fidel Campos Sorto, Jueves, 22 de enero 2015.


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