“Entraron elementos del ejército y de los escuadrones de la muerte y con engaños reunieron a la gente del caserío en una cancha, allí estaban unos primos hermanos míos, a ellos los tuvieron todo el día, del mediodía para allá les fueron dando muerte”, así recuerda don José Luis Monge, la masacre ocurrida en 1980 en el caserío El Bartolillo del cantón Tehuicho, San Juan Opico, La Libertad.
La masacre de Tehuicho como es conocida, fue conmemorada este 23 de julio -en su 35 aniversario- por la municipalidad de San Juan Opico y la Secretaría de Cultura de la Presidencia como un aporte por el rescate de la memoria histórica de nuestro país.
En el acto de conmemoración participó el director nacional de las Casas de la Cultura, César Pineda, y el director de la Casa de la Cultura de San Juan Opico, Adán Lemus, junto al alcalde municipal Ramón Trigueros y la vicepresidenta del parlamento de Marruecos, Kenza El Ghali.
“Estamos aquí para recordar estos hechos que han marcado nuestra historia, que llenaron de dolor a las familias salvadoreñas, para reflexionar que estas cosas no deben volver a suceder, Tehuicho nunca más…” expresó Pineda, quien exhortó a trabajar por mejorar la convivencia y recobrar el espíritu humano.
“Estamos aquí para recordar estos hechos que han marcado nuestra historia, que llenaron de dolor a las familias salvadoreñas, para reflexionar que estas cosas no deben volver a suceder, Tehuicho nunca más…” expresó Pineda, quien exhortó a trabajar por mejorar la convivencia y recobrar el espíritu humano.
Según testimonios, en la masacre de Tehuicho murieron más de 30 personas. “Ese día cayó una lluvia, habían señores de edad, mujeres, jóvenes y niños, a todos los llevaron vendados hacia la quebrada, los torturaron, había unos muchachos como de catorce años que tenían puyados los ojos, levantadas las uñas y con tiro de gracia en la cabeza”, recuerda don José Luis.
Monge, es uno de los sobrevivientes de la masacre, cuenta que llegó al lugar huyendo de su cantón Loma Alta. Él pertenecía a un colectivo de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) “yo dejé mi cantoncito porque mi lugar fue reprimido, como organizados no teníamos como defender a esta gente y nos distanciamos, pero de lejos veíamos como se movilizaba el ejército”.
Un día después de la masacre y con “la desesperación de darle sepultura a los muertos, bajamos a la zona, ‘yo y mi hermano’, nos hicieron ráfagas; pensamos
¡murieron nuestros hermanos!, qué más da que nos muramos nosotros. A todos… los enterramos juntos”, dice Monge.
¡murieron nuestros hermanos!, qué más da que nos muramos nosotros. A todos… los enterramos juntos”, dice Monge.
A 35 años de la matanza, la Casa de la Cultura de San Juan Opico quiso que la población vivenciara los hechos y para ello presentó una obra de teatro a cargo del grupo Metamorfosis, “no se trata de abrir las heridas, sino de conocer la verdad”, dijo el director Adán Lemus.
El sábado 25 de julio se realizará una caminata hacia el lugar de la masacre, donde se llevarán a cabo actividades culturales y una misa para honrar la memoria de las víctimas.
“Hay que hacer la investigación, la gente todavía tiene como miedo, en el caso mío yo nunca lo he callado”, manifiesta don José Luis, quien pide hacer justicia sobre el caso.
http://www.cultura.gob.sv/index.php/component/k2/item/412-secultura-por-el-rescate-de-la-memoria-historica
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