sábado, 15 de agosto de 2015

Domingo 16 de agosto de 2015. Domingo 20º ordinario



Proverbios 9,1-6

La sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: "Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Vengan a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejen la inexperiencia y vivirán, segan el camino de la prudencia.""
Salmo responsorial: 33
Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca; / mi alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Todos sus santos, temed al Señor, / porque nada les falta a los que le temen; / los ricos empobrecen y pasan hambre, / los que buscan al Señor no carecen de nada. R.
Vengan, hijos, escuchenme: / los instruiré en el temor del Señor; / ¿hay alguien que ame la vida / y desee días de prosperidad? R.
Guarda tu lengua del mal, / tus labios de la falsedad; / apártate del mal, obra el bien, / busca la paz y corre tras ella. R.
Efesios 5,15-20

Hermanos: Fijense bien cómo andan; no sean insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no esten aturdidos, dense cuenta de lo que el Señor quiere. No se emborrachen con vino, que lleva al libertinaje, sino dejense llenar del Espíritu. Reciten, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y toquen con toda el alma para el Señor. Den siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Juan 6,51-58
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo." Disputaban los judíos entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Entonces Jesús les dijo: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de nuestros padres, que lo comieron y murieron; el que como este pan vivirá para siempre."

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