La justicia no ha logrado dar aún con todos los responsables del asesinato
MANUEL DÉLANO - Santiago - 28/11/2009
La familia del cantautor y director teatral chileno Víctor Jara prepara un homenaje en su honor para el 5 de diciembre. Se trata del funeral masivo que no pudo tener cuando fue asesinado por los militares poco después del golpe que derrocó en 1973 al presidente Salvador Allende.
Los restos de uno de los artistas chilenos más universales, creador de Te recuerdo Amanda y El cigarrito, que hoy interpretan cantantes de la talla de Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel, entre otros, serán nuevamente entregados a sus familiares. Esto se produce después de que un examen de peritos, ordenado por el juez que investiga este crimen, encontró más de 30 heridas de bala y huellas de torturas en los huesos de Jara.
El velatorio del cantautor comenzará el jueves 3 de diciembre con actos de homenaje que se extenderán durante día y noche de forma ininterrumpida hasta el sábado en el céntrico teatro que lleva su nombre. De esta manera, los chilenos podrán despedir a Jara en su segundo tránsito al Cementerio General de Santiago, donde será sepultado.
Su despedida se desarrollará con canciones, música, danza y lecturas de poesía, con el estilo del cantautor, que siendo pequeño acompañó a su madre a los velorios campesinos. Una manta roja cubrirá el ataúd, y el cortejo marchará a pie el sábado desde la Fundación Jara hasta el cementerio.
"Víctor pertenece al pueblo, a todos aquellos que han seguido y admirado su obra", afirmó Gloria Köning, directora ejecutiva de la Fundación Víctor Jara. "Acondicionaremos el lugar para que todos los artistas y las personas que deseen participar de este funeral lo puedan hacer dejando una flor, acompañándolo o rindiéndole un tributo", agregó.
Tras la exhumación del cuerpo, ordenada por el juez Juan Fuentes, sus restos fueron analizados por especialistas del Servicio Médico Legal (SML). Las muestras de su ADN y de sus familiares fueron enviadas al Instituto Genético de Innsbruck en Austria, donde confirmaron su identidad.
El informe médico del SML sostiene que los restos de Jara presentan "múltiples fracturas por heridas de bala que provocaron un shock hemorrágico en un contexto de tipo homicida". Algunas de sus lesiones óseas fueron provocadas por "objetos contundentes", sostuvo el director del SML, Patricio Bustos.
Hace 36 años, en septiembre de 1973, durante los primeros días de la dictadura del general Augusto Pinochet, al semiclandestino funeral del cantautor sólo pudieron asistir su viuda, Joan Jara, y dos personas más. Los restos del cantautor estuvieron a punto de perderse, como los de muchas otras víctimas.
Jara, un versátil creador, hijo de campesinos humildes, que militaba en el Partido Comunista, fue tomado prisionero por los militares en la Universidad Técnica del Estado, donde trabajaba, y permaneció con 600 estudiantes y profesores para defender el Gobierno de Allende. Los militares lo trasladaron al Estadio Chile, hoy bautizado como Víctor Jara, donde después de torturarlo lo acribillaron en el subterráneo del lugar, arrojando su cuerpo y los de otras víctimas junto al muro de un cementerio en el sur de la capital.
Reconocido por vecinos del lugar, fue trasladado al SML, donde quedó entre cientos de otros cuerpos. Un trabajador del Servicio Médico Legal avisó a la viuda y ésta pudo rescatar el cuerpo y sepultarlo.
La investigación judicial no ha dado todavía con todos los responsables del crimen. El conscripto José Paredes, que confesó haber disparado contra el cantautor y después se retractó, y el coronel Mario Manríquez, que dirigió el campo de prisioneros instalado en el Estadio Chile, están procesados por este caso.
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