domingo, 29 de enero de 2012
viernes, 27 de enero de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
lunes, 16 de enero de 2012
El Salvador conmemora el 20 aniversario del fin de la guerra civil
Última actualización: Lunes, 16 de enero de 2012
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, pidió perdón este lunes por "la más grande masacre contra civiles de la historia contemporánea latinoamericana", en la que el ejército salvadoreño mató a casi 1.000 personas en 1981 en El Mozote, durante la conmemoración del vigésimo aniversario de los acuerdos de paz firmados en 1992.
Funes, quien lloró en varios momentos de su intervención, dijo que "en El Mozote y comunidades vecinas, hace poco más de 30 años se consumó una desmesura criminal que se pretendió negar y ocultar sistemáticamente".
El mandatario también anunció que ordenó a la Fuerza Armada revisar su historia para no exaltar a los responsables de la matanza ni a otros violadores de los derechos humanos.
La guerra civil salvadoreña, que estalló en 1980, dejó unos 75.000 muertos, 8.000 heridos y 12.000 desaparecidos, y concluyó con los acuerdos firmados el 16 de enero de 1992 en México entre el Gobierno de Alfredo Cristiani (1989-1994) y la antigua guerrilla izquierdista (ahora partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional).bbcmundo.com
Las figuras de Rufina Amaya y María Julia Hernández fueron exaltadas hoy por el Presidente de la República, Mauricio Funes, durante el acto de desagravio realizado en el caserío El Mozote por la matanza que ocurrió en ese lugar hace más de 30 años.
miércoles, 11 de enero de 2012
Iniciamos los cursos de musica 2012
Amig@s esperamos continuar los cursos de música este 2012, iniciaremos en pocas semanas y nuevamente esperamos tu apoyo.
Debemos y podemos adquirir nuevos instrumentos musicales, los que tengan interés en equipar aún más la Escuela de Musica serán bienvenidos, esperamos más alumnos para este año, la demanda será mayor y los sueños por tanto serán aún mayores.
Este nuevo año es una gran oportunidad para construir y crear oportunidades. Que el arte nos lleve por ese camino.
Rio Lempa, Comunidad Las Pampas de Nuevo Eden de San Juan,
Dpto. de San Miguel
Al fondo se observa el volcan Chaparrastique
Al fondo se observa el Cerro El Tigre y Tecapa de Usulután.
Atadecer visto de San Luis, al fondo el Volcán Chinchontepec
lunes, 9 de enero de 2012
Izalco: A ochenta años del etnocidio de 1932 y la apertura de una campaña electoral
Jorge Vargas Méndez*
jvargasmendez@yahoo.com
Precisamente en este mes de enero se cumplen 80 años del oprobioso etnocidio cometido contra comunidades indígenas y campesinas en el occidente del territorio nacional, uno de los crímenes más abominables que se registran en la Historia salvadoreña y que en aquella ocasión fuera ejecutado por órdenes directas del general Maximiliano Hernández Martínez, el dictador que se hiciera del poder mediante un golpe de Estado en diciembre de 1931, es decir, apenas un mes antes.
En cuatro departamentos se ubican los municipios y comunidades que fueron mayormente afectadas por las espeluznantes masacres: La Libertad, Sonsonate, Ahuachapán y sur de Santa Ana.
El siguiente telegrama indica cómo debió ser la magnitud de la represión y la violencia de Estado al cierre de aquellos días: “El jefe de Operación de la Zona Occidental de la República, general de división José Tomás Calderón, saluda atentamente, en nombre del gobierno del general Martínez y en el suyo propio, al almirante Smith y comandante Brandeur, de los barcos de guerra Rochester, Skeena y Wancouver, y se complace (en) comunicarles que declaramos situación absolutamente dominada (por las) fuerzas (del) gobierno (de) El Salvador. Garantizadas vidas, propiedades, ciudadanos extranjeros acogidos (que sean) respetuosos (de las) leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista desechada y sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos bolcheviques. General José Tomás Calderón”. (Los paréntesis y énfasis son nuestros).
El pueblo que amaba Ama
En el departamento de Sonsonate hubo varios municipios que vieron morir a centenares de sus habitantes, entre mujeres y hombres, siendo uno de ellos Izalco. En esta población las fuerzas gubernamentales fusilaron a varias personas y las hordas reaccionarias locales capturaron y ajusticiaron al recordado líder indígena Feliciano Ama, cuyo cuerpo pendiendo de la rama de un ceibo que estaba frente al templo de La Asunción, fue exhibido y fotografiado por la prensa de la época como ejemplo de castigo para quienes osaran reclamar sus derechos.
Ama, siguiendo el ejemplo de su difunto suegro, reclamaba la devolución de las tierras comunales a la población indígena. Ese sería la verdadera causa de su óbito, aunque la historia oficial y el conservadurismo se encargaron de mistificar los motivos y hechos con el supuesto de que Ama era un delincuente y comunista, como si con eso quedara justificado el crimen.
“(…) Cuando Feliciano Ama fue ahorcado en su pueblo de Izalco, sus ejecutores creían que estaban salvando el país del comunismo; ese era en cambio el punto final de una lucha larga y desigual, que habían iniciado los conquistadores españoles en el siglo XVI (…)”. Así lo consigna Héctor Pérez Brignoli, en La rebelión campesina de 1932 en El Salvador (Ver El Salvador, 1932, de Thomas R. Anderson, Dirección de Publicaciones e Impresos, CONCULTURA, El Salvador, 2001).
En el mismo sentido, el Diario del Pueblo, de Santa Ana, publicó en esos días una nota que un medio impreso capitalino retomó, y que entre otras cosas señalaba: “(…) es necesario que se estudie la situación social del país, pues últimamente se ha hablado de levantamientos comunistas y choques armados, pero a la vez se sabe que los salarios son bajos en las fincas y que por eso no hay braceros. Se habla asimismo de agitadores, cosa que debe ser investigada para buscar la justicia” (La Prensa, miércoles 11 de enero de 1932).
Así pues, documentos de la época y algunos análisis históricos posteriores no viciados, indican claramente que el levantamiento indígena-campesino tuvo sus propias causas: la injusticia histórica y el hambre que campeaban entre la mayoría de la población, algo que el Estado y los sectores económicamente influyentes procuraron ocultarle a las sucesivas generaciones.
Un partido de derecha rememora aquel etnocidio al iniciar su campaña electoral Ochenta años después aún existen grupos políticos y económicos que parecen celebrar la forma brutal y totalmente desigual con que fue aplastado aquel levantamiento que en definitiva diezmó a la población indígena del país. Esa actitud que, dicho sea de paso, sugiere la persistencia de actitudes racistas en algunos grupos sociales, parece emerger cada vez que el otrora partido oficial inaugura su campaña electoral.
Al respecto, un prominente líder político declaró recientemente a un importante rotativo local: “Siempre hemos considerado Izalco un lugar simbólico para las campañas de ARENA y es por eso que nuevamente daremos el banderazo de salida desde ese lugar” (EDH, 3 de enero, 2012, p. 4).
En tal sentido, al leer ese tipo de declaraciones toda la ciudadanía debe preguntarse: ¿Es aceptable que un partido festeje el derramamiento de sangre de 1932? ¿Se puede aplaudir una actitud prepotente y belicista como esa? Claro que no. Por el contrario, la población en general, y la de Izalco en particular, debe exigir el cese inmediato de ese tipo de actos por respeto a la memoria de todas aquellas personas que fueron víctimas de aquel oprobio. Es inadmisible que un partido quiera demostrar su fuerza a los oponentes mancillando la sangre derramada. Celebrar algo semejante es, sin duda, un insulto a nuestra dignidad. Así de sencillo, y hay que señalarlo sin tapujos.
* Poeta, escritor, miembro del Foro de Intelectuales de El Salvador.
http://www.diariocolatino.com/es/20120109/opiniones/99129/Izalco-A-ochenta-años-del-etnocidio-de-1932-y-la-apertura-de-una-campaña-electoral.htm
jvargasmendez@yahoo.com
Precisamente en este mes de enero se cumplen 80 años del oprobioso etnocidio cometido contra comunidades indígenas y campesinas en el occidente del territorio nacional, uno de los crímenes más abominables que se registran en la Historia salvadoreña y que en aquella ocasión fuera ejecutado por órdenes directas del general Maximiliano Hernández Martínez, el dictador que se hiciera del poder mediante un golpe de Estado en diciembre de 1931, es decir, apenas un mes antes.
En cuatro departamentos se ubican los municipios y comunidades que fueron mayormente afectadas por las espeluznantes masacres: La Libertad, Sonsonate, Ahuachapán y sur de Santa Ana.
El siguiente telegrama indica cómo debió ser la magnitud de la represión y la violencia de Estado al cierre de aquellos días: “El jefe de Operación de la Zona Occidental de la República, general de división José Tomás Calderón, saluda atentamente, en nombre del gobierno del general Martínez y en el suyo propio, al almirante Smith y comandante Brandeur, de los barcos de guerra Rochester, Skeena y Wancouver, y se complace (en) comunicarles que declaramos situación absolutamente dominada (por las) fuerzas (del) gobierno (de) El Salvador. Garantizadas vidas, propiedades, ciudadanos extranjeros acogidos (que sean) respetuosos (de las) leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista desechada y sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos bolcheviques. General José Tomás Calderón”. (Los paréntesis y énfasis son nuestros).
El pueblo que amaba Ama
En el departamento de Sonsonate hubo varios municipios que vieron morir a centenares de sus habitantes, entre mujeres y hombres, siendo uno de ellos Izalco. En esta población las fuerzas gubernamentales fusilaron a varias personas y las hordas reaccionarias locales capturaron y ajusticiaron al recordado líder indígena Feliciano Ama, cuyo cuerpo pendiendo de la rama de un ceibo que estaba frente al templo de La Asunción, fue exhibido y fotografiado por la prensa de la época como ejemplo de castigo para quienes osaran reclamar sus derechos.
Ama, siguiendo el ejemplo de su difunto suegro, reclamaba la devolución de las tierras comunales a la población indígena. Ese sería la verdadera causa de su óbito, aunque la historia oficial y el conservadurismo se encargaron de mistificar los motivos y hechos con el supuesto de que Ama era un delincuente y comunista, como si con eso quedara justificado el crimen.
“(…) Cuando Feliciano Ama fue ahorcado en su pueblo de Izalco, sus ejecutores creían que estaban salvando el país del comunismo; ese era en cambio el punto final de una lucha larga y desigual, que habían iniciado los conquistadores españoles en el siglo XVI (…)”. Así lo consigna Héctor Pérez Brignoli, en La rebelión campesina de 1932 en El Salvador (Ver El Salvador, 1932, de Thomas R. Anderson, Dirección de Publicaciones e Impresos, CONCULTURA, El Salvador, 2001).
En el mismo sentido, el Diario del Pueblo, de Santa Ana, publicó en esos días una nota que un medio impreso capitalino retomó, y que entre otras cosas señalaba: “(…) es necesario que se estudie la situación social del país, pues últimamente se ha hablado de levantamientos comunistas y choques armados, pero a la vez se sabe que los salarios son bajos en las fincas y que por eso no hay braceros. Se habla asimismo de agitadores, cosa que debe ser investigada para buscar la justicia” (La Prensa, miércoles 11 de enero de 1932).
Así pues, documentos de la época y algunos análisis históricos posteriores no viciados, indican claramente que el levantamiento indígena-campesino tuvo sus propias causas: la injusticia histórica y el hambre que campeaban entre la mayoría de la población, algo que el Estado y los sectores económicamente influyentes procuraron ocultarle a las sucesivas generaciones.
Un partido de derecha rememora aquel etnocidio al iniciar su campaña electoral Ochenta años después aún existen grupos políticos y económicos que parecen celebrar la forma brutal y totalmente desigual con que fue aplastado aquel levantamiento que en definitiva diezmó a la población indígena del país. Esa actitud que, dicho sea de paso, sugiere la persistencia de actitudes racistas en algunos grupos sociales, parece emerger cada vez que el otrora partido oficial inaugura su campaña electoral.
Al respecto, un prominente líder político declaró recientemente a un importante rotativo local: “Siempre hemos considerado Izalco un lugar simbólico para las campañas de ARENA y es por eso que nuevamente daremos el banderazo de salida desde ese lugar” (EDH, 3 de enero, 2012, p. 4).
En tal sentido, al leer ese tipo de declaraciones toda la ciudadanía debe preguntarse: ¿Es aceptable que un partido festeje el derramamiento de sangre de 1932? ¿Se puede aplaudir una actitud prepotente y belicista como esa? Claro que no. Por el contrario, la población en general, y la de Izalco en particular, debe exigir el cese inmediato de ese tipo de actos por respeto a la memoria de todas aquellas personas que fueron víctimas de aquel oprobio. Es inadmisible que un partido quiera demostrar su fuerza a los oponentes mancillando la sangre derramada. Celebrar algo semejante es, sin duda, un insulto a nuestra dignidad. Así de sencillo, y hay que señalarlo sin tapujos.
* Poeta, escritor, miembro del Foro de Intelectuales de El Salvador.
http://www.diariocolatino.com/es/20120109/opiniones/99129/Izalco-A-ochenta-años-del-etnocidio-de-1932-y-la-apertura-de-una-campaña-electoral.htm
martes, 3 de enero de 2012
Posición Personal de Fernando Llort
Posición Personal de Fernando Llort
Remoción de Mural de la Catedral Metropolitana
Enero 3, 2012
Siempre he creído que Dios nos dio las manos para construir, no para destruir. Siempre hecreído que las manos son herramientas de paz y de expresión artística. Pero sobre todaslas cosas, las manos nos ayudan a pedirle inspiración y guía a Dios.
Cuando la Iglesia me encargó hacer un mural para la fachada de la Catedral de SanSalvador en 1997, lo primero que hice fue rezar para pedir inspiración.La solicitud de la Iglesia de adornar la fachada de Catedral es la más grandiosasatisfacción que Dios me ha dado en mi carrera.
La destrucción de esa obra por la mismaIglesia es la cosa más triste que me ha pasado en mi vida.Lamento esa decisión que muchos no comprendemos. Respeto profundamente a la Iglesiay a su jerarquía. A ellos les digo que hubiese entendido si me hubiesen pedido quetrasladara el mural a otro lado. Hubiese entendido si había que restaurarlo. Pero no logro entender por qué destruyeron en silencio una obra de arte de carácter público.
Me siento sorprendido e inmensamente triste porque me negaron la oportunidad de retirarcon dignidad la obra más importante de mi vida.
No tiene caso discutir si la obra gustaba o no gustaba. Este es un tema de respeto y dignidad. Este es un tema de básica cortesía y mínima sensibilidad a toda obra de arte.
La fachada de la Catedral era mi obra más importante por el significado espiritual quetenía para mi y porque sentí que era un regalo de la Iglesia al pueblo. Yo dediqué esa obra a todos los que fuimos bautizados como “artesanos de la paz” por el Papa Juan Pablo II en su visita de 1983.
La obra era de todos, no era mía ni de la Iglesia.La obra la denominé “Armonía de mi Pueblo”, por sus elementos artísticos, y también porque “armonía” era lo que nuestro país más necesitaba en aquel momento. Monseñor Romero fue una de las personas que Dios utilizó para que yo encontrara inspiración y por eso tenía una dedicatoria especial para él.Dediqué más de un año de mi vida para hacer posible el mural y participaron en esa obramuchos artesanos, artistas y arquitectos nacionales y extranjeros.
No acepté más remuneración que el costo de los materiales porque sentí que como artista era un privilegio.
Fue un honor realizar ese mural y lo hice con especial devoción. Mucha gente se siente indignada porque sentían que esa obra le pertenecía a todos los salvadoreños. Yo pienso igual. Ese mural le pertenecía a todos y era una expresión de la cultura salvadoreña. Particularmente, siento que la destrucción del mural es una bofetada desesperanzadora para todos los artesanos y artistas nacionales.
Remoción de Mural de la Catedral Metropolitana
Enero 3, 2012
Siempre he creído que Dios nos dio las manos para construir, no para destruir. Siempre hecreído que las manos son herramientas de paz y de expresión artística. Pero sobre todaslas cosas, las manos nos ayudan a pedirle inspiración y guía a Dios.
Cuando la Iglesia me encargó hacer un mural para la fachada de la Catedral de SanSalvador en 1997, lo primero que hice fue rezar para pedir inspiración.La solicitud de la Iglesia de adornar la fachada de Catedral es la más grandiosasatisfacción que Dios me ha dado en mi carrera.
La destrucción de esa obra por la mismaIglesia es la cosa más triste que me ha pasado en mi vida.Lamento esa decisión que muchos no comprendemos. Respeto profundamente a la Iglesiay a su jerarquía. A ellos les digo que hubiese entendido si me hubiesen pedido quetrasladara el mural a otro lado. Hubiese entendido si había que restaurarlo. Pero no logro entender por qué destruyeron en silencio una obra de arte de carácter público.
Me siento sorprendido e inmensamente triste porque me negaron la oportunidad de retirarcon dignidad la obra más importante de mi vida.
No tiene caso discutir si la obra gustaba o no gustaba. Este es un tema de respeto y dignidad. Este es un tema de básica cortesía y mínima sensibilidad a toda obra de arte.
La fachada de la Catedral era mi obra más importante por el significado espiritual quetenía para mi y porque sentí que era un regalo de la Iglesia al pueblo. Yo dediqué esa obra a todos los que fuimos bautizados como “artesanos de la paz” por el Papa Juan Pablo II en su visita de 1983.
La obra era de todos, no era mía ni de la Iglesia.La obra la denominé “Armonía de mi Pueblo”, por sus elementos artísticos, y también porque “armonía” era lo que nuestro país más necesitaba en aquel momento. Monseñor Romero fue una de las personas que Dios utilizó para que yo encontrara inspiración y por eso tenía una dedicatoria especial para él.Dediqué más de un año de mi vida para hacer posible el mural y participaron en esa obramuchos artesanos, artistas y arquitectos nacionales y extranjeros.
No acepté más remuneración que el costo de los materiales porque sentí que como artista era un privilegio.
Fue un honor realizar ese mural y lo hice con especial devoción. Mucha gente se siente indignada porque sentían que esa obra le pertenecía a todos los salvadoreños. Yo pienso igual. Ese mural le pertenecía a todos y era una expresión de la cultura salvadoreña. Particularmente, siento que la destrucción del mural es una bofetada desesperanzadora para todos los artesanos y artistas nacionales.
lunes, 2 de enero de 2012
Famila Llort exige se cumpla la ley y se reconstruya el mosaico en Catedral
El arzobispo de San Salvador dijo este domingo que decidieron destruir el mosaico en la fachada porque estaba deteriorado y constituía un peligro para los visitantes. Contradijo al párroco de la Catedral Metropolitana, quien había dicho que se destruyó porque restaría belleza a una imagen a instalar en la fachada del templo. La familia del artista Fernando Llort pidió esta tarde que se obligue a reconstruir la obra.
Patricia Carías y Ricardo Vaquerano
elfaro.net / Publicado el 2 de Enero de 2012
La familia del artista Fernando Llort se pronunció la tarde de este domingo exigiendo al Estado que haga cumplir la Ley de Protección de Patrimonio Cultural y obligue, con base en ella, a que se reconstruya el mosaico que adornaba la fachada de la Catedral Metropolitana, destruido por orden de la Iglesia Católica.
Los parientes de Llort y uno de los colaboradores del artista dieron conferencia de prensa horas después de que el arzobispo de San Salvador, monseñor José Escobar Alas, justificara la destrucción del mosaico alegando que con el deterioro sufrido a lo largo de los 15 años el mural se había convertido en una amenaza para los visitantes del templo.
La familia Llort rechazó las razones del arzobispo, y este a su vez, en sus explicaciones, entró en contradicción con el párroco de catedral sobre las razones que la jerarquía católica tuvo para ordenar desmontar a cincelazos y con taladro la obra inaugurada en 1997.
La Secretaría de Cultura había comenzado el trámite para declarar patrimonio cultural el mosaico. El lunes, sin embargo, las autoridades de la Iglesia Católica comenzaron a destruirlo y en tres días han dado dos versiones contradictorias sobre la razón que los movió: el viernes dijeron que el mosaico estorbaría a una imagen de mármol que instalarían en el frente del templo, y este domingo dijeron que la razón es que por su deterioro se ha convertido en un peligro para el público.
El pasado viernes 30 de diciembre, un grupo de trabajadores quitaron los mosaicos de la catedral, por orden de la iglesia católica. Familiares de Fernando Llort llegaron a recoger algunos restos, pero la mayoría fueron desechados en un camión que los tras
"Nosotros apreciamos mucho la obra, de colores bellísimos, pero constatamos -por desdicha- el deterioro que tuvo en 15 años y no le vimos posibilidad de que permaneciera la obra", dijo este domingo el arzobispo.
Escobar Alas explicó que los trabajos iniciaron como un proyecto para dar una mano de pintura al templo y que en el proceso de examen de la fachada, los técnicos contratados se percataron de que los azulejos que componen las icónicas figuras que Llort hizo famosas en su taller de artesanías de La Palma, estaban dañadas. Algunas se estaban despegando, otras estaban muy decoloradas y en general todas resultaban muy quebradizas.
"En un principio pensamos en la restauración", explicó el arzobispo, pero luego entendieron que hubiera sido una tarea demasiado difícil, si no imposible. En este punto no coincide el ingeniero Roberto Suárez, colaborador de Llort en la elaboración del mosaico, quien horas más tarde participó de la conferencia de prensa de la familia del artista. Según Suárez, la obra ni se decolora, como dijeron los encargados de retirar el mural, ni obliga a botarla por completo cuando alguna pieza ha sufrido daño, sino que se puede sustituir pieza por pieza en caso de necesidad.
La fachada de Catedral con el mosaico de Llort está orientada hacia el sur y enfrente tiene la emblemática Plaza Libertad. Entre ambos, plaza y templo, han sido testigos de momentos clave de la vida sociopolítica de El Salvador, antes y después de la obra del artista. Antes, por ejemplo, fueron escenario de múltiples manifestaciones políticas en los años 70 y 80 y también de una brutal represión que dejó decenas de fallecidos. En 1980, francotiradores del gobierno atacaron a la muchedumbre reunida en la Plaza Libertad para despedirse de monseñor Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de ese año y cuyo funeral se realizaba en ese momento.
Después de la obra de Llort, en marzo de 2011, esa fachada vio llegar al presidente estadounidense Barack Obama, quien llegó a la cripta a rendir tributo a monseñor Romero.
Cuando el templo estrenó el mural de Llort, el país se dio durante unos meses a debatir sobre la estética general de la catedral y sobre las supuestas incompatibilidades estilísticas de sus componentes arquitectónicos y de decoración. Los salvadoreños terminaron bautizando el mosaico como "la toallona", dado que las obras de Llort ya habían sido reproducidas incluso en enormes toallas decorativas.
Escobar Alas subrayó este domingo que la Iglesia aprecia el arte y a los artistas, pero insistió en que restaurar el mosaico era prácticamente imposible y lo mejor era desmontarlo. "Nosotros solo vemos que un mosaico como el que estaba no soporta las inclemencias del tiempo", dijo. Admitió que nunca notificaron a Llort sobre la decisión de destruirle su obra, como tampoco consultaron a la Secretaría de Cultura sobre la posibilidad de intervenir la obra.
La Ley de Patrimonio Cultural establece que nadie puede alterar o destruir una obra o un bien declarado patrimonio cultural o en proceso de ser declarado patrimonio cultural, a menos que tenga la autorización de la Dirección de Patrimonio Cultural. Cuando los periodistas le preguntaron si estaba al tanto de que la Secretaría de Cultura ya anunció un proceso de investigación y de posible imposición de multas a los responsables de la destrucción de la obra de Llort, Escobar Alas dijo que no sabía nada. "Espero que no lo hagan... mejor que nos ayuden a construir una réplica", dijo.
El arzobispo dijo que pedirán a Llort que construya una réplica en el interior de la catedral, aunque de menor tamaño. "No hemos platicado todavía con don Fernando, ojalá podamos hacer de nuevo el mosaico a una escala menor para tenerlo en el interior".
El viernes pasado, El Mundo publicó una nota en la que recogía la razón que daba el párroco de catedral, William Recinos, para haber ordenado la destrucción del mosaico. Según Recinos, hay una decisión de instalar en el frente de la catedral una imagen de mármol, y su estética o estilo la hace incompatible con el mosaico. Por lo tanto, había que quitar el mosaico. "Se busca que la imagen del Divino Salvador del Mundo combine. Es una estatua de mármol que donará un artista y los mosaicos le quitarían su belleza", explicó, citado en la nota de dicho periódico.
ver noticia completa http://www.elfaro.net/es/201112/noticias/7004/
Patricia Carías y Ricardo Vaquerano
elfaro.net / Publicado el 2 de Enero de 2012
La familia del artista Fernando Llort se pronunció la tarde de este domingo exigiendo al Estado que haga cumplir la Ley de Protección de Patrimonio Cultural y obligue, con base en ella, a que se reconstruya el mosaico que adornaba la fachada de la Catedral Metropolitana, destruido por orden de la Iglesia Católica.
Los parientes de Llort y uno de los colaboradores del artista dieron conferencia de prensa horas después de que el arzobispo de San Salvador, monseñor José Escobar Alas, justificara la destrucción del mosaico alegando que con el deterioro sufrido a lo largo de los 15 años el mural se había convertido en una amenaza para los visitantes del templo.
La familia Llort rechazó las razones del arzobispo, y este a su vez, en sus explicaciones, entró en contradicción con el párroco de catedral sobre las razones que la jerarquía católica tuvo para ordenar desmontar a cincelazos y con taladro la obra inaugurada en 1997.
La Secretaría de Cultura había comenzado el trámite para declarar patrimonio cultural el mosaico. El lunes, sin embargo, las autoridades de la Iglesia Católica comenzaron a destruirlo y en tres días han dado dos versiones contradictorias sobre la razón que los movió: el viernes dijeron que el mosaico estorbaría a una imagen de mármol que instalarían en el frente del templo, y este domingo dijeron que la razón es que por su deterioro se ha convertido en un peligro para el público.
El pasado viernes 30 de diciembre, un grupo de trabajadores quitaron los mosaicos de la catedral, por orden de la iglesia católica. Familiares de Fernando Llort llegaron a recoger algunos restos, pero la mayoría fueron desechados en un camión que los tras
"Nosotros apreciamos mucho la obra, de colores bellísimos, pero constatamos -por desdicha- el deterioro que tuvo en 15 años y no le vimos posibilidad de que permaneciera la obra", dijo este domingo el arzobispo.
Escobar Alas explicó que los trabajos iniciaron como un proyecto para dar una mano de pintura al templo y que en el proceso de examen de la fachada, los técnicos contratados se percataron de que los azulejos que componen las icónicas figuras que Llort hizo famosas en su taller de artesanías de La Palma, estaban dañadas. Algunas se estaban despegando, otras estaban muy decoloradas y en general todas resultaban muy quebradizas.
"En un principio pensamos en la restauración", explicó el arzobispo, pero luego entendieron que hubiera sido una tarea demasiado difícil, si no imposible. En este punto no coincide el ingeniero Roberto Suárez, colaborador de Llort en la elaboración del mosaico, quien horas más tarde participó de la conferencia de prensa de la familia del artista. Según Suárez, la obra ni se decolora, como dijeron los encargados de retirar el mural, ni obliga a botarla por completo cuando alguna pieza ha sufrido daño, sino que se puede sustituir pieza por pieza en caso de necesidad.
La fachada de Catedral con el mosaico de Llort está orientada hacia el sur y enfrente tiene la emblemática Plaza Libertad. Entre ambos, plaza y templo, han sido testigos de momentos clave de la vida sociopolítica de El Salvador, antes y después de la obra del artista. Antes, por ejemplo, fueron escenario de múltiples manifestaciones políticas en los años 70 y 80 y también de una brutal represión que dejó decenas de fallecidos. En 1980, francotiradores del gobierno atacaron a la muchedumbre reunida en la Plaza Libertad para despedirse de monseñor Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de ese año y cuyo funeral se realizaba en ese momento.
Después de la obra de Llort, en marzo de 2011, esa fachada vio llegar al presidente estadounidense Barack Obama, quien llegó a la cripta a rendir tributo a monseñor Romero.
Cuando el templo estrenó el mural de Llort, el país se dio durante unos meses a debatir sobre la estética general de la catedral y sobre las supuestas incompatibilidades estilísticas de sus componentes arquitectónicos y de decoración. Los salvadoreños terminaron bautizando el mosaico como "la toallona", dado que las obras de Llort ya habían sido reproducidas incluso en enormes toallas decorativas.
Escobar Alas subrayó este domingo que la Iglesia aprecia el arte y a los artistas, pero insistió en que restaurar el mosaico era prácticamente imposible y lo mejor era desmontarlo. "Nosotros solo vemos que un mosaico como el que estaba no soporta las inclemencias del tiempo", dijo. Admitió que nunca notificaron a Llort sobre la decisión de destruirle su obra, como tampoco consultaron a la Secretaría de Cultura sobre la posibilidad de intervenir la obra.
La Ley de Patrimonio Cultural establece que nadie puede alterar o destruir una obra o un bien declarado patrimonio cultural o en proceso de ser declarado patrimonio cultural, a menos que tenga la autorización de la Dirección de Patrimonio Cultural. Cuando los periodistas le preguntaron si estaba al tanto de que la Secretaría de Cultura ya anunció un proceso de investigación y de posible imposición de multas a los responsables de la destrucción de la obra de Llort, Escobar Alas dijo que no sabía nada. "Espero que no lo hagan... mejor que nos ayuden a construir una réplica", dijo.
El arzobispo dijo que pedirán a Llort que construya una réplica en el interior de la catedral, aunque de menor tamaño. "No hemos platicado todavía con don Fernando, ojalá podamos hacer de nuevo el mosaico a una escala menor para tenerlo en el interior".
El viernes pasado, El Mundo publicó una nota en la que recogía la razón que daba el párroco de catedral, William Recinos, para haber ordenado la destrucción del mosaico. Según Recinos, hay una decisión de instalar en el frente de la catedral una imagen de mármol, y su estética o estilo la hace incompatible con el mosaico. Por lo tanto, había que quitar el mosaico. "Se busca que la imagen del Divino Salvador del Mundo combine. Es una estatua de mármol que donará un artista y los mosaicos le quitarían su belleza", explicó, citado en la nota de dicho periódico.
ver noticia completa http://www.elfaro.net/es/201112/noticias/7004/
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