Una inversión multimillonaria, el doble de agentes
destinados a vigilar la frontera entre Estados Unidos y México, uso de
tecnología desarrollada en Afganistán para detectar la entrada de
indocumentados y vigilar el tráfico de drogas y armas, aviones no
tripulados y una base de datos biométricos de aquellos que intentan
abrirse camino en el país.
Una de las últimas enmiendas añadidas a la ambiciosa ley para reformar el sistema de inmigración, que el Senado estadounidense puede aprobar la semana que viene,
refuerza en gran medida la seguridad en la frontera con México. Este
asunto, que ha dividido a demócratas y republicanos desde mucho antes de
las últimas elecciones presidenciales y que inspiró nuevas tensiones
durante las negociaciones de la reforma, puede ser ahora su salvación.
“Si repasamos la lista de cosas que los conservadores han
exigido durante los dos últimos años, hemos logrado todas”, afirmó el
senador republicano Marco Rubio durante una entrevista este martes en la
cadena FOX News. “En la frontera, el muro obligatorio de más de 700
millas es algo que se ha pedido desde hace tiempo, al igual que la
duplicación del número de agentes”.
La legislación plantea duplicar el número de
agentes que patrullan la frontera y extender su muro en las 700 millas
restantes, de manera que esté vigilada las 24 horas del día, todos los
días de la semana.
Rubio, uno de los republicanos que participó en las
negociaciones preliminares del ‘Grupo de los Ocho’, justificaba así la
aprobación este lunes en el Senado de una enmienda que destinará 30.000
millones de dólares a reforzar las medidas de protección y vigilancia en
el límite con México. El texto también contempla destinar otros 8.000
millones de dólares del presupuesto federal a medidas de seguridad y
4.500 millones de dólares en tecnología.
El senador hispano insistió desde comienzos de año que la
ley para la reforma migratoria sólo lograría el respaldo de los
conservadores si endurece la seguridad en la frontera e impide así la
llegada de nuevos indocumentados. El intento más ambicioso para reformar
el sistema en los últimos 30 años ha terminado por incluir así
exigencias como la creación de un “muro virtual” que separe EE UU de
México.
La enmienda, aprobada este lunes con 67 votos a favor
(entre ellos los de 13 senadores republicanos) incluye además una de las
principales exigencias de los conservadores en los últimos años:
duplicar el número de agentes que patrullan la frontera y extender su
muro en las 700 millas restantes, de manera que esté vigilada las 24
horas del día, todos los días de la semana.
Diversas organizaciones en defensa de los derechos civiles
han criticado al Partido Demócrata por acceder a lo que definen como la
“militarización de la frontera”. El presidente Obama ya recibió duras acusaciones durante su primer mandato por aumentar el presupuesto de vigilancia fronteriza mientras abandonaba su apuesta por la reforma. Ahora una de las leyes que puede marcar su legado ha concedido uno de los deseos republicanos.
La Asociación por las Libertades Civiles considera que ley
para la reforma tomó “un giro inesperado” con la aprobación de esta
enmienda al ampliar la vigilancia “a niveles obscenos” y “sin
precedentes”. “Esta inversión es un derroche, es innecesaria, carece de
supervisión gubernamental y pone en peligro a todo aquel que viva, viaje
o trabaje cerca de la frontera”, aseguró la directora de la
organización en Washington, Laura Murphy.
Mientras, en la Cámara de Representantes, los republicanos
intentan finalizar su propio proyecto para la reforma, aunque con menos
éxito que el Senado. Este martes, uno de los favoritos del Tea Party y
excandidato a la vicepresidencia en 2012, Paul Ryan, reconocía que la
enmienda para la seguridad mejora las opciones de la legislación. “Creo
que el hecho de que la frontera vaya a estar protegida y bajo control
contribuirá mucho más a que tengamos una ley finalizada y que ésta
llegue gracias a las medidas de seguridad”, aseguró en declaraciones a
POLITICO.
El Senado votará este miércoles el cierre del debate sobre
el proyecto de ley. De salir adelante, la Cámara Alta celebrará una
votación histórica la próxima semana, justo antes del receso de verano
en el Capitolio, y cumpliendo con las estimaciones más optimistas de los
demócratas y del presidente Obama.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/26/actualidad/1372212919_481535.html
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